madrid - Los prolegómenos del congreso extraordinario del PSOE que renovará su cúpula directiva tras la debacle electoral del 25-M comienza a quemar etapas hoy mismo con la apertura de búsqueda de firmas que avalen a los candidatos que concurrirán por la Secretaría General en una elección abierta a todos los militantes. Un día clave -tras la confirmación ayer de la candidatura del diputado madrileño Pedro Sánchez-, en el que el también diputado Eduardo Madina dará el paso después de haber apeado a Susana Díaz de la carrera electoral, una maniobra que los barones socialistas orquestaron para imponer una candidatura fuerte y de consenso.
Frustrado el intento, y salvo que a última hora surja el candidato tapado del que tanto se ha hablado en las últimas semanas, la elección del nuevo secretario general del PSOE se prevé tan abierta y caótica como la situación en que se encuentra el partido, sumido en varias crisis y al que en las últimas horas se le han vuelto a abrir las costuras por Catalunya.
Y es que a Madina y Sánchez, los candidatos más conocidos por los militantes en esta carrera electoral, se le han sumado dos representantes de sectores del ala izquierda del PSOE. Desde la corriente interna Izquierda Socialista, que propugna una vuelta a las esencias ideológicas, se presenta el exdiputado José Antonio Pérez Tapias, mientras que el colectivo Socialismo Democrático, que pide "devolver" el partido a los militantes, propone al sociólogo madrileño Alberto Sotillos.
No faltará algún francotirador que adorne la plancha de aspirantes, como el militante de Puertollano Manuel Pérez García. Pero es improbable que todos estos aspirantes superen el corte de los alrededor de diez mil avales de militantes que deberá recoger cada uno de ellos en los próximos catorce días. El PSOE comunicará hoy oficialmente su censo, del que derivará finalmente el número exacto de avales a presentar. Dicho listado marcará también el número de delegados que representarán a cada federación en el congreso del 28 y 29 de julio, donde elegirán a la Ejecutiva Federal y otros órganos de dirección, y ratificarán al secretario general que elijan los militantes.
¿Temor al voto de la militancia? A la espera de que surja algún otro aspirante con posibilidades, las últimas horas han sido frenéticas. Tras la abdicación de Susana Díaz, un auténtico carrusel de nombres ha copado los mentideros socialistas, repletos de dirigentes que dicen haber recibido numerosos apoyos de compañeros para dar el paso. Pero, a la vista está, pocos se atreven a plantar batalla en este PSOE en donde por primera vez son los militantes, en voto secreto y en urna, quienes deciden. El secretario general del PSE, Patxi López, ha tenido que reiterar que ya no está para "competir" por la secretaría general; lo mismo que la portavoz socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, quien también aclaró ayer que "no está" en la batalla aunque se lo han pedido. Queda la duda del eurodiputado Juan Fernando López Aguilar, que no desveló qué hará.
Llegada la hora de la verdad, los atrevidos a luchar por el liderazgo del PSOE comienzan a descubrir sus cartas. Hoy presentará su candidatura Eduardo Madina, quien ha sabido jugar con los tiempos y que tiene la campaña electoral interna muy avanzada -desde hace unos días corren como la pólvora por internet lemas, hashtags y vídeos alusivos a su candidatura- ya que acariciaba la idea de presentarse el próximo noviembre a las primarias para elegir el candidato a La Moncloa, hasta que el liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba saltó por los aires y precipitó el congreso extraordinario.
El diputado vasco empieza a perfilarse como la pieza a batir en esta carrera electoral. El miércoles Ramón Jáuregui dijo de él que "es una apuesta muy mayoritaria" dentro del partido, y ayer el presidente del PSOE de Ciudad Real anunció que lo apoyará. Otros, como su amigo Patxi López, prefieren esperar a desvelar su preferencia cuando las candidaturas estén claras.
el referente de rubial Madina revestirá su presentación de hoy con una fuerte carga simbólica. Será en el Senado, junto al busto del histórico socialista vasco Ramón Rubial, un gran referente ético y político en el PSOE. El eslogan que difundió su equipo para hacer la convocatoria es Un tiempo nuevo.
Quien por fin dio el paso Pedro Sánchez, el diputado madrileño desconocido hace 18 meses que plantea dar la batalla a Madina, su compañero de bancada en el Congreso. Sánchez quiso lanzar un mensaje de cercanía a la militancia desde el arranque del proceso congresual al presentar ayer su proyecto a pie de obra, en la agrupación socialista de Alcorcón. Manifestó que trabajará con la meta de la "unidad" y el "cambio", para conseguir que su partido "construya un proyecto vertebrador social y político para una España que lo está pasando mal". Asimismo, manifestó que no se presenta por "ambición personal" sino por "la ambición de emprender un camino en común de cohesión, de unidad, con una dirección fuerte".