Bilbao - Diez días después de las elecciones al Parlamento Europeo, en las que el PP de la CAV tocó su suelo electoral, Arantza Quiroga ha movido ficha. Lejos queda el mensaje autocomplaciente de la semana pasada cuando la ejecutiva de la formación vio "signos de vitalidad" tras perder 40.000 votos respecto a los anteriores comicios europeos. La presidenta popular lanzó ayer una declaración de intenciones en la que, además de exigir al PNV que "clarifique" qué "modelo de país" quiere, anunció su intención de modificar "algunas posiciones" que sobre este asunto ha mantenido el PP tradicionalmente. Aunque no concretó en qué consistirán dichos cambios, se mostró abierta a hablar del desarrollo estatutario.
El PP contaba con que las elecciones de mayo le iban a ser desfavorables, debido a la coyuntura, y a que el voto de castigo a Mariano Rajoy y la alta abstención iban a castigar a esta formación. Sin embargo, el golpe fue mayor del previsto: el PP de la CAV sigue cayendo en intención de voto de manera ininterrumpida desde 2003 y está a un paso de convertirse en irrelevante para configurar "mayorías" o ser "alternativa", como remarcó ayer el jeltzale Joseba Egibar. Los populares vascos descienden ya hasta el 10% de porcentaje de voto y las 77.000 papeletas obtenidas en la última cita con las urnas son su suelo electoral. De hecho, para encontrar un respaldo tan exiguo hay que remontarse a la Alianza Popular de los años 80.
A falta de concretar la dimensión del giro del PP vasco, o incluso si se materializará, esta es la segunda decisión estratégica del PP vasco desde que hace un año Quiroga relevó en la presidencia del partido a Antonio Basagoiti. La primera fue la adhesión del PP al pacto fiscal que en otoño pasado acordaron PNV y PP, con el que la popular pretendió situarse en la centralidad de la política vasca.
Ayer compareció ante los medios en Bilbao para tratar de tomar la iniciativa después de que el Parlamento Vasco aprobara la semana pasada, con los votos de PNV y EH Bildu, una declaración a favor del derecho de autodeterminación. El apoyo de los jeltzales al texto dio pie a Quiroga a criticar "el doble juego y la ambigüedad" del PNV, y más en concreto del lehendakari, Iñigo Urkullu.
Así, enumeró las actuaciones del PNV que a su juicio demuestran su "indefinición", empezando por la declaración a favor del derecho de autodeterminación. También aludió al emplazamiento expreso que realizó el lehendakari el pasado viernes para que el Gobierno de Mariano Rajoy, en vista de los resultados electorales del 25M -en los que las formaciones abertzales salieron claramente fortalecidas-, asuma "una realidad nacional para Euskadi".
En aquella ocasión Urkullu reiteró los detalles de su propuesta, que consiste en una nueva relación entre el Estado español y Euskadi en términos de bilateralidad, anclada en la disposición adicional primera de la Constitución española y en el Estatuto de Gernika. En el esquema que desgranó el lehendakari, el siguiente paso sería la ampliación del autogobierno, que alcanzaría el grado de soberanía compartida entre Euskadi y el Estado, y con la posibilidad efectiva de que el Gobierno vasco tenga "voz propia en Europa y un desarrollo íntegro del autogobierno". Finalmente, habría una ratificación de lo aprobado en una consulta legal y pactada.
"Claridad" Quiroga apuntó ayer como otros ejemplo de esta supuesta ambigüedad las declaraciones de Urkullu tras la abdicación del rey -en las que dijo que se abre un nuevo tiempo para Euskadi- y el anuncio de algunos dirigentes del PNV de que acudirán a la cadena humana el domingo en favor del derecho a decidir, que deja "en manos de Bildu la movilización de la calle y el liderazgo del soberanismo, siguiendo la estela de la consulta catalana", abundó.
Todos estos motivos han llevado al PP a reclamar un ejercicio de "claridad" y de "definición por parte de todas las formaciones políticas" sobre el modelo de país. En línea con el eje sobre el que ha basado su campaña electoral de "confrontación" de modelo de país con los jeltzales, Quiroga manifestó ayer que los vascos tienen "derecho a saber qué proyecto tiene el lehendakari y el PNV para Euskadi". Con este objetivo, adelantó que su partido está dispuesto a hacer "las reflexiones que hagan falta, a tomar las decisiones que hagan falta en la dirección de saber entender las claves de la sociedad vasca del siglo XXI". Los populares vascos, según anticipó Quiroga, afrontarán el debate "con amplitud de miras, probablemente modificando algunas posiciones que hemos mantenido hasta ahora. La sociedad cambia y nosotros, como PP vasco, no podemos mantenernos exactamente igual", explicó.
Ante la pregunta de si estas consideraciones están en la línea de apoyar la reforma del Estatuto de Gernika, Quiroga no quiso concretar nada, pero sí asumió que los populares vascos están "dispuestos a hablar del desarrollo estatutario si mejora el futuro del País Vasco", eso sí, sin hacer "cosas raras. No vamos a dejar de ser los que somos", precisó.
Sin tocar la seguridad social Hasta qué punto este anuncio anticipa un giro del PP vasco en materia de autogobierno es una incógnita. Fuentes oficiales del entorno de Quiroga no quisieron entrar en más detalles pero incidieron en las palabras de la presidenta de que "lo único que va a mover" a los populares de la CAV "son los intereses del los vascos por encima de los partido". E incluso por encima de los intereses del Gobierno español si es preciso, añadieron estas fuentes, que pusieron como ejemplo en el pasado de esta actitud la defensa inequívoca del PP vasco del Concierto Económico frente a voces populares que lo han cuestionado.
A la hora de entrar en materia, el PP quiere darse tiempo para materializar los cambios anunciados por Quiroga. En todo caso, las fuentes populares consultadas, descartaron que entre las medidas de desarrollo estatutario que se plantean estén las más reclamadas por el PNV, como la transferencia de las prisiones o las competencias de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social.
A pesar de que ya está en marcha la ponencia de autogobierno, que debate estos temas y en la que participa el PP, Arantza Quiroga solicitó la celebración a la vuelta del verano de un pleno monográfico en el Parlamento Vasco que debata las distintas posiciones sobre el modelo de país. Asimismo, reclamó un pleno dedicado en exclusiva a la situación económica, que es "el principal problema que perciben los vascos".