MADRID. El Tribunal Supremo ha archivado la querella que la organización Manos Limpias presentó contra el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, por un delito de prevaricación cometido en relación con la anulación de la llamada Doctrina Parot.

Según la querella, el juez Marlaska, que es también vocal del Consejo General del Poder Judicial, habría cometido este delito al convocar al pleno de la Sala de lo Penal "sin siquiera esperar a recibir la notificación oficial del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos", la sentencia que anulaba la Doctrina Parot, atribuyéndose así unas competencias que no le correspondían.

Además de por no respetar el principio de competencia, la prevaricación fue cometida también al dictar autos de excarcelación de Inés Del Río y Juan Manuel Piriz, dos etarras que había recurrido contra la Doctrina Parot, continuaba la querella.

Sin embargo, el Supremo responde que la prevaricación consiste en adoptar una resolución judicial injusta a sabiendas de que lo es. De este modo, como los fundamentos jurídicos de la resolución adoptada por el pleno convocado por Marlaska no fueron injustos y, de hecho, coincidieron con la doctrina posteriormente impuesta por el propio Tribunal Supremo, no hubo delito.

"Lo resuelto en la fecha debatida coincidió con lo acordado con posterioridad por esta Sala Casacional", dice en este sentido el Supremo, en alusión a la Sala Penal de este tribunal, "de modo que no puede ser objetivamente ilícito y, siendo ello así, huelga hablar de prevaricación judicial".

"Al no ser los hechos constitutivos de ilícito penal alguno, procede acordar la inadmisión de la querella", concluye el Supremo en su auto de hoy.