Roma - El primer ministro de Italia, Enrico Letta, presentó ayer, como había anunciado, su dimisión al Jefe del Estado, Giorgio Napolitano, después de que su formación, el Partido Demócrata (PD), le diese la espalda y exigiera un nuevo Ejecutivo para sacar al país del inmovilismo. Ahora la palabra la tiene Napolitano, quien abrió ayer mismo una ronda de consultas con los partidos representados en el Parlamento para buscar una solución a esta crisis de Gobierno. El procedimiento es el mismo que siguió a la dimisión de Silvio Berlusconi en noviembre de 2011, y posteriormente de Mario Monti en diciembre de 2012, recordó la Jefatura del Estado. Pero esta vez la respuesta está ya escrita.
El PD acudirá ante Napolitano con la solución: el líder de la formación progresista y alcalde de Florencia, Matteo Renzi, está dispuesto a liderar un Gobierno de coalición que agote la legislatura, prevista en 2018, y que realice las reformas necesarias y de impulso al país. El ambicioso Renzi, como el mismo se definió, se propuso el jueves, durante la convención de su partido, en primera persona para esta nueva fase, aceptando el "riesgo" de fracasar y acabar así con su futuro político, pero sobre todo por el bien del país y para sacarlo del "pantano".
Letta presentó su irrevocable dimisión tras presidir el Consejo de Ministros de ayer y brindar con el que hasta ahora fue su equipo, y sin una sola palabra polémica. "Voy a dimitir. Gracias a quien me ha ayudado", escribió Letta en su perfil de Twitter antes de llegar al Quirinale solo, conduciendo su propio coche, como aquel 28 de abril de 2013, cuando Napolitano le encargó formar un Ejecutivo que ha durado 300 días y que ha acabado abatido por "fuego amigo".
Nuevo Gobierno La posibilidad de convocar elecciones es lejana y el mismo Napolitano aseguró que eran "tonterías" cuando los periodistas le preguntaron por esta hipótesis el pasado miércoles. Todo indica que, tras la ronda de consultas, que terminará hoy tras las reuniones de Napolitano con la delegación del PD y de Forza Italia de Silvio Berlusconi, el Jefe de Estado encargue a Renzi, de 39 años, formar un Gobierno, que deberá permanecer el poder hasta 2018.
Después, el nuevo Ejecutivo de coalición tendrá, como ya ocurrió con Letta, que superar un voto de confianza en el Parlamento. El Nuevo Centroderecha, el partido de Angelino Alfano, actual vicepresidente del Gobierno y que se escindió de la formación de Silvio Berlusconi, ha anunciado que apoyará al Gobierno de Renzi aunque con algunas condiciones, al igual que el grupo Elección Cívica. La principal condición de Alfano será contar con una importante representación en el Ejecutivo, que está ya diseñando Renzi. Está previsto que se confirmen algunas carteras como la de Exteriores, en manos de Emma Bonino, o la de Sanidad, de Beatrice Lorenzin. El primero en caer será el ministro de Economía, Fabrizio Saccomani, uno de los más criticados por Renzi.
Con el apoyo que en principio no contará será con el de Forza Italia de Silvio Berlusconi, quien hasta ayer había guardado un silencio que romperá tras la reunión con Napolitano. A las consultas con Napolitano, el Movimiento 5 Estrellas (M5S) anunció que no acudiría como protesta por cómo se está gestionando esta nueva crisis.
Elecciones. El presidente de Italia, Giorgio Napolitano, descarta convocar nuevas elecciones, cuando ha pasado solo un año de las últimas.
Reemplazo. Lo previsible es que Matteo Renzi sea designado hoy, al término de las consultas, primer ministro por Napolitano y que permanezca en el cargo hasta agotar la legislatura en 2018.