BILBAO. Falta poco más de un mes para que logre el ansiado respaldo asambleario, pero Arantza Quiroga tomó ayer la delantera para ejercer de líder y poner en su sitio a una de sus predecesoras al frente del PP de la CAV, María San Gil, desmontando la acusación a su partido de "consentir la pesadilla" que ésta última dice se vive en Euskadi por dar pábulo al "entramado etarra". Directa y sin necesidad de emplear un tono estridente, la sucesora de Antonio Basagoiti al frente de la sucursal vasca de Génova no tuvo reparos en admitir que en el nuevo tiempo que se respira sin la violencia activa de ETA "hay personas que no quieren evolucionar", alusión que bien puede entenderse como un recado a su exdirigente y los críticos. No se detuvo ahí sino que, esbozando el recorrido que debe tomar su proyecto bajo la batuta de la formación popular, adelantó que "nuestra obligación es evolucionar", desmarcándose del sector más radical que ha agitado estos últimos días la vida interna del PP.

En su relato Quiroga se apartó también de ese núcleo de víctimas del terrorismo que les azota por lo que entienden como una regresión en la aplicación de las políticas en materia antiterrorista, y para ello recurrió a describir cuál era el escenario pretérito de Euskadi, cuando "no sabíamos quién iba a ser el siguiente asesinado", y el horizonte presente, donde desde el Gobierno Vasco se trata de impulsar un proceso ordenado de paz y normalización que requiere consenso, paciencia y un nuevo modo de desbrozar la realidad vasca. "Estábamos como los diez negritos", evocó la presidenta del PP de la CAV, metáfora recogida del título de la novela de Agatha Christie, "y esa situación ha cambiado gracias a que un día, liderado también por un Gobierno del PP, nos conjugamos todos a decir: acabamos con ETA con la ley en la mano porque no es imbatible". En una entrevista al programa Los Desayunos de TVE, apuntó que el mundo de los expresos de la banda "necesita actos como el de Durango para tratar de revertir su derrota": pero "¿alguien me puede decir que sea cierto que ETA hace todo esto para volver a las instituciones cuando desde hace años ya tenía representación en el Congreso con HB?", interpeló. En este contexto, aludió Quiroga a la prioridad de realizar "una labor de pedagogía" y a "buscar personas valientes capaces de ver esto". "Decir que ETA ha ganado porque está en las instituciones no se sostiene", zanjó.

Su lamento se dirige a que, después de tantos años condicionados por la violencia, haya quienes "por intereses" políticos monten "una campaña por tierra, mar y aire para poner en solfa la determinación contra ETA del Gobierno de Rajoy". Y es que, a su juicio, desde Madrid, por lo que escucha, "a veces no hay mucho interés en entender o querer saber qué está pasando" en Euskadi. "Quizás se está más cómodo en el esto sigue igual, pero no es verdad", espetó, y avisó a quienes siguen enrocados en el pasado del peligro de un paso atrás y de que "quienes más daño han hecho a la sociedad vasca sean los que rentabilicen el final de ETA. La historia no nos perdonaría que no fuéramos capaces de ver este momento".

sémper responde a san gil Su compañero de filas, Borja Sémper, se pronunció en idéntica sintonía, tachando de "profundamente injustas" los reproches de San Gil, porque "de seguir así, mañana puede decir que el actual PP es cómplice de ETA o que prácticamente somos los que apretamos el gatillo". El líder del PP guipuzcoano desligó la decisión de Jaime Mayor Oreja de renunciar a ir en las listas para las elecciones europeas del próximo mayo de las palabras de quien comandó la nave popular, porque éstas "son harina de otro costal". "Sobre alguien que ha sufrido, se ha jugado el tipo y su vida, no puedo tener más que respeto, tanto humano como político", dijo en Onda Vasca, pero no se puede proyectar "la sombra de la sospecha" sobre su partido. Según su prisma, Euskadi "es hoy un lugar infinitamente mejor de lo que era hace dos años y pico, y dentro de dos será infinitamente mejor". "Enmarco sus críticas -las de San Gil- en que quienes se van a veces no quieren lo mejor para quienes se quedan. Las declaraciones de unos y otros definen a las personas y los comportamientos políticos", catalogó.

El cisma abierto con un sector de las víctimas y que se constató en el homenaje a Gregorio Ordóñez también ha emponzoñado a los populares, devorados en buena parte por el pábulo dado a este ala en los últimos años. Pero, como reflejó la propia Quiroga, "en la vida siempre hay un momento en el que hay que decir basta", aun comprendiendo su dolor, y les recordó, en un diáfano alegato a la asociación Covite, que en el polémico acto del Kursaal había compañeros "a quienes le habían reventado una bomba en su casa, a otro le quemaron el coche, a otro le echaron del trabajo, otro ahora no tiene ni siquiera una pensión...". "Esta es la realidad del PP vasco y no la mitología que se ha querido crear", puntualizó. Sémper completó esta visión: "No creo que seamos ni el felpudo de ETA ni que tengamos una posición inmovilista. Mantenemos una hoja de ruta, que es el cumplimiento de la Ley".

Mientras, Arantza

Quiroga, que en la víspera del cónclave del PP en Valladolid participará hoy junto a la vicepresidenta del Ejecutivo español, Soraya Sáenz de Santamaría, en un desayuno informativo del Fórum Europa en Bilbao, tiene confianza en que Urkullu y Rajoy se reúnan pronto para poder poner en marcha la operación de liderar el fin de ETA, una entente en la que "debería estar también el Partido Socialista", advirtiendo al lehendakari de que no busque "rédito político" ni dé "bandazos".