pamplona

un grupo de 18 parados navarros ha buscado una solución a su problema de desempleo abriendo en la localidad de Barañain un restaurante llamado Common good (bien común), cuyo principal atractivo es una amplia variedad de raciones al precio de un euro. El restaurante, inaugurado el martes, tiene cuatro comedores, con capacidad para 400 personas en total, en los que se puede comer desde pastelería y repostería artesanal hasta carnes, pescados, sopas, fritos y verduras, al precio de un euro siempre que se pida una bebida, que se cobra a precio de mercado.

Los platos están disponibles según los momentos del día y aparecen en unas pantallas a la entrada al establecimiento. Al hacer su pedido, se entrega al cliente un número, junto a la bebida y los cubiertos, y es él mismo el que recoge los platos en un mostrador cuando están preparados. La idea de este peculiar establecimiento, explicó a Efe Javier Fernandino, uno de los socios, se gestó en una familia navarra en la que cinco hermanos, tres chicos y dos chicas, fueron quedando progresivamente en paro y decidieron apostar por el autoempleo aprovechando su experiencia en hostelería.

"Tuvimos un restaurante, pero llegó una edad en la que quisimos disfrutar algo del fin de semana y por eso nos retiramos, pero ahora la crisis hace que, si hay que trabajar, se trabajan las horas que sean", afirmó Fernandino.

Los cinco hermanos han buscado a otras trece personas en paro y han formado una cooperativa en la que todos ellos son socios-trabajadores. Otros hermanos de la familia han avalado créditos y les han prestado dinero a cambio de una participación del 30% en la cooperativa. Los 18 socios son propietarios del 70% restante a partes iguales y se han fijado un salario de 800 euros.

250.000 euros La cooperativa está pendiente de recibir ayudas del Gobierno de Nafarroa que se concederán una vez abierto el local, que servirán para sufragar gran parte del préstamo que han recibido para hacer frente a una inversión de cerca de 250.000 euros, sobre todo para la adquisición de maquinaria de hostelería.

Fernandino aseguró que por un euro "se pueden dar muchas cosas", por ejemplo dos huevos fritos con patatas y jamón, cinco croquetas caseras, legumbres, macarrones, paella, ensaladas, lomo, un cuarto de pollo con patatas, pizzas de ración o tres minihamburguesas, todas ellas a un euro si se acompañan de una bebida. "Hay una gran variedad, es increíble las cosas que podemos cocinar a un euro, al precio de coste, pero con máxima calidad", declaró Fernandino, quien añadió que el restaurante está dirigido sobre todo a "padres de familia con hijos que el fin de semana no podían salir de casa porque se gastaban 50 euros entrando a un bar a comer". La idea de negocio es que esas personas, por ejemplo un matrimonio con dos hijos, "tengan la oportunidad de cenar los cuatro por doce o quince euros y con raciones suficientemente abundantes". Además, al estar el restaurante a la entrada de un polígono industrial, se intentará que muchos trabajadores que comen en la propia fábrica "vengan a Common good a comerse un plato caliente de paella, unas ensaladas, una ternera guisada o legumbres a un euro".

El restaurante ofrece desayunos, almuerzos, comidas, meriendas y cenas y los platos se irán adaptando a cada momento del día: "Van a ser muchas horas de trabajo, pero esperemos que nos salga el jornal", aseguró Fernandino. Si el restaurante tiene éxito, destacó, los socios de esta cooperativa navarra están abiertos a compartir con todo el mundo su experiencia, "explicar los puntos en los que hemos podido cometer fallos, y apoyarles en todo lo que podamos para que ellos mismos puedan dar un servicio a la gente" Fernandino y sus compañeros en esta aventura empresarial confían en tener éxito con este restaurante low cost, porque "las cooperativas son la única forma en la que ahora se puede salir adelante".