bilbao. "Mi compromiso está aquí, en Euskadi". Hace un año, un Patxi López recién salido del batacazo electoral manifestaba dos propósitos: repetir como secretario general del PSE y hacer oídos sordos a los cantos de sirena de la política madrileña. Cumplió la primera de sus intenciones pero, por el contrario, López ha entrado con toda la artillería en la carrera sucesoria y, aunque aún no lo ha confirmado de manera oficial, cada uno de sus movimientos desde hace un año van dirigidos a la presentación de su candidatura para liderar al PSOE en su carrera hacia La Moncloa. Como en el juego sucesorio hay mucho de estrategia y más todavía de medir los tiempos, aún quedan meses para que López confirme sus intenciones, pero el panorama abre una derivada, la lucha por el liderazgo en el PSE, en cuyo seno se empieza a dar nombres de posibles sucesores de López. ¿Los que más suenan? Iñaki Arriola y José Antonio Pastor aparecen destacados en las quinielas. El primero tiene tras de él, como un solo hombre, a todo el aparato de los socialistas guipuzcoanos, mientras que el segundo lidera el socialismo vizcaíno, más fragmentado, pero también el que cuenta con más militantes.
Pero para que las ambiciones de los posibles aspirantes salgan a la luz queda mucho camino por andar, un periplo tan prolongado y complicado como la hoja de ruta que diseñará el PSOE para la celebración de sus primarias para elegir candidato a la presidencia del Gobierno español.
Por lo pronto, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, pretende desactivar el debate sobre las primarias con todas su fuerzas. Primero, fue con la convocatoria de la Conferencia Política que debía marcar la agenda ideológica del partido para los próximos años. Por desgracia para Rubalcaba, cuya propósito siempre ha sido acercar cuanto más las primarias a las elecciones generales de 2016, el PSOE adoptó un compromiso para convocarlas el año que viene, tras los comicios al Parlamento Europeo del próximo mes de mayo.
En segundo lugar, se retrasa el Comité Federal previsto para diciembre en el que se iba a poner fecha al calendario de las primarias. La ejecutiva socialista del 2 de diciembre decidirá en qué fecha de la primera quincena de enero se celebrará el Comité Federal en cuestión. Y será entonces, en enero, cuando se conozca la fecha de las primarias, si es que no hay otro retraso de por medio.
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Llegados a ese punto, el anuncio del calendario de las primarias se solapará casi de inmediato con la precampaña electoral, en la que el PSOE se juega el ser o no ser como partido. Y es que los comicios de mayo serán un termómetro del estado de los socialistas y de su recuperación tras más de dos años de penar en la bancada de la oposición. Los sondeos electorales no son nada halagüeños y muestran un PSOE impotente que apenas logra rascar algunos votantes al Partido Popular.
las europeas, cuestión vital Así que Rubalcaba no quiere distracciones hasta las elecciones de mayo, cuyos resultados también condicionarán su futuro. Si el PSOE sufre un nuevo batacazo electoral, su líder quedaría inmediatamente desautorizado y se le haría cuesta arriba presentarse él mismo a las primarias, aunque en realidad nadie está seguro de sus intenciones. Todo apunta a que será en estas fechas, después de las elecciones de mayo y una vez Rubalcaba haya despejado su intención, cuando los posibles candidatos muestren sus verdaderas intenciones y presenten su candidatura.
Hay que tener en cuenta que las primarias socialistas tendrán una logística no muy distinta a unas elecciones al uso, y eso requiere tiempo. Al menos, tres meses. Primero, los candidatos deberán recaudar alrededor de 11.000 avales de militantes socialistas para poder presentarse. El PSOE tendrá que elaborar un censo de votantes, cuestión también delicada, ya que se trata de unas primarias abiertas, en la que podrá votar, no solo el militante, sino todo ciudadano que quiera y se haya registrado en las casas del pueblo. Por último, la votación se producirá tras una campaña de los candidatos.
Este largo proceso, hace prácticamente imposible convocar las primarias antes del próximo verano, por lo que en círculos socialistas se da ya por hecho que la cita será en octubre.
A falta de que Rubalcaba mida sus fuerzas y decida o no presentarse, otros son los posibles candidatos que han dado señales de su ambición desde hace meses. Eduardo Madina, Carme Chacón, Emiliano García-Page y Susana Díaz son algunos de ellos.
los tiempos de lópez Pero el primero que salió a la palestra y que a día de hoy cuenta con más opciones es Patxi López. La indecisión de Rubalcaba ha provocado que el líder del PSE haya pasado por varias fases este último año. Se dijo de él que era el preferido del secretario general para concurrir a las primarias, ya que a ambos les unen complicidades desde que se posicionó con Rubalcaba en la pugna de este con Chacón. El líder socialista le devolvió el favor integrándole en la ejecutiva federal del partido, en una secretaria, la de Relaciones Políticas, de escasa relevancia real pero que le permite maniobrar en Ferraz. Se llegó a decir que no se presentaría si Rubalcaba no lo quería así. A día de hoy, la relación parece más distante, no se sabe a ciencia cierta si es por táctica, para evitar ser etiquetado como el candidato del aparato, una etiqueta que una militancia ansiosa de renovación podría ver con no muy buenos ojos.
Así que el factor Rubalcaba estará muy presente en la decisión de López. Habrá que esperar para que este anuncie si se presenta hasta que el líder del PSOE decida qué hacer o hasta que, quizá, se pacte que López sea el candidato de consenso oficial. El entorno del secretario general el
PSE considera que por "sentido común" López no dirá ni que sí ni que no hasta pasadas las elecciones de mayo, ya que él como cualquier otro candidato que dé un paso al frente antes de tiempo podría ser "penalizado" por la militancia.
Por lo tanto, no sería hasta más adelante, hasta octubre, cuando el PSE empiece a mover los mecanismos de su renovación porque habrá que esperar a ese fecha para conocer si López se sale con la suya y se convierte en el próximo candidato socialista a La Moncloa.
recambio en euskadi De ser así, su salto con todas las consecuencias a la política madrileña sería ineludible -la tarea de candidato pasaría por ampliar la base electoral del PSOE de cara a las elecciones municipales y autonómicas de 2015 y, sobre todo, a las generales de 2016- y urgente su recambio en Euskadi. Hay quienes sostienen en el socialismo vasco que son precisamente los más próximos a López los que más le han instigado para que luche por las primarias, quizá con el objetivo de mover silla en la ejecutiva del PSE. De hecho, los dirigentes de los socialistas vascos, desde su presidente, Jesús Eguiguren, hacia abajo, no pierden la ocasión para cantar las alabanzas de su líder como posible candidato
Entre los nombres que más suenan para sustituir a López, destacan los de Iñaki Arriola y José Antonio Pastor, los actuales secretarios generales en Gipuzkoa y Bizkaia, quizá porque hay ya descartes muy significativos entre los que podrían suceder al actual líder del PSE. El número dos, Rodolfo Ares, ha anunciado su retirada paulatina de primera línea y, en todo caso, ha descartado que vaya a optar por el cargo. Mikel Torres, el alcalde de Portugalete, siempre considerado como el delfín de López, también ha confirmado que su compromiso sigue siendo con la localidad jarrillera. E Idoia Mendia, la mujer mejor posicionada ahora mismo en el PSE, tampoco parece contar con opciones reales.
el papel de ares Distinto es el caso de Iñaki Arriola, que arrolló en el congreso del PSE guipuzcoano y obtuvo la reelección como secretario general por unanimidad. En una entrevista a DNA y el Grupo Noticias la pasada semana, el exconsejero de Vivienda, Obras Públicas y Transportes en el Gobierno López no descartó tal posibilidad aunque aclaró que no se está postulando "para nada". "El futuro, ya veremos. No tengo ambiciones especialmente desde el punto de vista personal. Estaré donde sea más necesario para el partido", zanjó.
Pero es indiscutible que tras él se halla todo el aparato guipuzcoano, el más activo internamente en la promoción de la candidatura de López. En el PSE se da por hecho que Arriola tiene muchas opciones, pese a que el socialismo vizcaíno es más fuerte, y se recuerda que tanto Txiki Benegas como Ramón Jáuregui, ambos guipuzcoanos, pilotaron el partido durante veinte años con el apoyo del sector alavés, tendencia que invirtió Nicolás Redondo Terreros y, posteriormente, Patxi López, con su alianza con Gipuzkoa. Pero podría volver a cambiar.
El único rival que podría encontrar Arriola es José Antonio Pastor, pero este se enfrentaría, a decir de conocedores de las interioridades del PSE, a la división interna en Bizkaia y, sobre todo, a la oposición de Rodolfo Ares, que como número dos del partido estará encargado de pilotar la transición de López. "En el partido nada se mueve sin la intervención de Ares", explica un veterano militante socialista.
Ciertos medios próximos al PSE han vaticinado que se tratará de un "relevo pactado" entre vizcaínos y guipuzcoanos, una opinión que difiere de la de algunos sectores del partido, que califican más bien de "batalla encarnizada" el proceso que se avecina. Habrá que dar tiempo al tiempo.