MADRID. Por fin ha llegado la fecha marcada en rojo en el calendario del PSOE. Todas las expectativas puestas por los socialistas para que la Conferencia Política culmine con un ideario renovado siguen abiertas, pero las espadas siguen en alto respecto a los asuntos más polémicos, que no estaban en la agenda de la cumbre, que eclipsan ya desde hace unos días la cita y amenazan con minar aún más la falta de liderazgo del secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba. Y son las primarias para la candidatura del Gobierno español, su convocatoria y futuros aspirantes, las que están en boca de todo el socialismo.

El propio Ramón Jáuregui, coordinador de la conferencia -que arrancó ayer con un acto previo con jóvenes y se inaugura hoy-, siguió alimentando las especulaciones al abogar por que las primarias se celebren "bien" antes que "rápido", que es una de las peticiones que han realizado a través de las enmiendas a la ponencia marco algunos relevantes militantes del PSOE, como el secretario general de la federación socialista, Tomás Gómez, y el diputado por Gipuzkoa, Odón Elorza. Jáuregui tampoco tuvo reparos ayer en volver a hablar de los posibles candidatos a las primarias, después de que, esta semana, uno tras otro -Patxi López, Eduardo Madina o Carme Chacón- hayan jugado con una calculada ambigüedad para seguir estando en la pole position de la carrera sucesoria. En concreto, el diputado por Araba defendió que "es muy posible que Eduardo Madina y Patxi López estén en la pomada" de la elección interna.

Este último también calentó ayer el debate reclamando, en la línea de Tomás Gómez, que la celebración de las primarias se haga "con tiempo suficiente como para que el que vaya a ser referente tenga tiempo para desarrollar su liderazgo". Pero mientras el madrileño apuesta por el próximo mes de febrero, López parece decantarse por el otoño del año que viene, una fecha que está ganando adeptos entre los barones socialistas.

López: "Otro suresnes" El líder del PSE ensalzó no obstante la cumbre socialista de este fin de semana, de la que llegó a decir que "casi es una especie de nuevo inicio y, "salvando las distancias, una especie de nuevo Suresnes", en alusión al congreso de 1974, en pleno tardofranquismo, que supuso un cambio ideológico hacia la socialdemocracia y eligió a Felipe González líder del partido. El mismo González que ahora, casi cuarenta años después y con un ascendiente evidente en el socialismo, habla de la "crisis del liderazgo" que sufre Rubalcaba.

Quien quiso echar el freno a la intensidad del debate de las primarias fue Susana Díaz, la líder de los socialistas andaluces -su federación es la más poderosa, también en este cónclave-, toda una incógnita de cara al futuro pero cuyo discurso de esta mañana en el acto de inauguración está generando grandes expectativas. Por lo pronto, pidió ayer no centrase en las primarias sino en ofrecer un proyecto ya que, sin duda, el PSOE "no está bien" porque los ciudadanos no terminan por encontrarse con él.

Otro asunto que el PSOE no quiere abordar en la cita de este fin de semana pero que el PSC forzará es el encaje de Catalunya en el Estado español. Los socialistas catalanes se han conjurado para "hacer pedagogía" de este asunto.