VITORIA. A falta de solo cinco días para que concluya oficialmente la campaña de vacunación de la gripe, una enfermedad que colapsa ambulatorios y urgencias, causa miles de bajas laborales y, lo que es peor, puede acabar con la vida de las personas con la salud más frágil, el Departamento de Salud ampliará el calendario de vacunación en dos semanas. "Las buenas temperaturas del mes de octubre han jugado en contra de la campaña. Cuando el otoño tarda en traducirse meteorológicamente hablando, nos acordamos menos que tenemos que vacunarnos. De ahí la razón de prolongar la campaña que iba a finalizar este próximo día 8", explica Enrique Peiró, responsable de programas de Salud Pública de Osakidetza.

Y es que desde el Servicio Vasco de Salud se hace hincapié en la necesidad de la vacuna y se realiza un llamamiento para que la población de riesgo, principalmente mayores de 65 años y pacientes crónicos, se animen a vacunarse ya que la mejor manera de pasar un buen invierno -sin fiebre, dolores musculares y malestar general- y evitar riesgos extras es ponerse la inyección.

"La gripe es un problema frecuente que puede ser grave para muchos grupos de riesgo y, por eso, es muy importante que se vacunen y que alcancemos, al menos, la cobertura del 65% de esas personas", subraya Peiró. "No debemos olvidar que es una enfermedad para la que no existe un tratamiento específico. Solo hay un tratamiento sintomático, que es reposo, hidratación, y si hay fiebre, paracetamol. Con lo cual, la única herramienta preventiva eficaz y segura es la vacuna. Disponemos de datos según los cuales, en cinco campañas se han puesto prácticamente dos millones de vacunas y no hay constancia de ninguna reacción adversa grave. Por eso y por las recomendaciones internacionales, podemos decir que se trata de una vacuna segura y además globalmente eficaz", subraya Peiró.

sanitarios El consejero vasco de Salud, Jon Darpón, ha realizado igualmente una llamada a los profesionales sanitarios y los trabajadores sociales para que se vacunen, ya que son un colectivo "estratégico" que conlleva un "alto potencial de riesgo" en la transmisión a las personas más vulnerables.

De la misma opinión es Maite Azkorra, de la Unidad de Control de Infecciones del Hospital de Basurto. "Tenemos que incidir mucho entre los profesionales porque todavía no están totalmente concienciados". "Los sanitarios, a veces, no tenemos una percepción tan seria del riesgo, de que nosotros podemos enfermar y que nosotros mismos podemos ser transmisores de esa enfermedad. Estamos también habituados a ver enfermedades graves y, en ocasiones, banalizamos la trascendencia médica que puede tener la gripe", incide Azkorra que trabaja muy de cerca en la vigilancia epidemiológica.

"Hay que animar al colectivo sanitario a vacunarse porque es lo que determinan las evidencias científicas y toda la literatura médica. La razón más importante es la de no hacer daño al paciente con el que estamos en contacto porque nosotros, como colectivo a pie de cama, podemos transmitir esa enfermedad. Los pacientes a los que atendemos, tanto en Atención Primaria como hospitalizada, son muchas veces crónicos, están debilitados, son muy vulnerables y están ya muy pilladitos y colocarles un virus añadido de gripe agudiza su patología", explica esta profesional.

Para Azkorra, "la segunda razón somos nosotros, nuestras familias y la necesidad de estar en plenas condiciones cuando se produzcan los repuntes de la epidemia y la gente acuda masivamente a los centros de asistencia. Tenemos que ser un ejemplo para toda la sociedad adoptando esta medida para evitar estos riesgos graves que puede tener la población si no se vacuna. Hay que conseguir aumentar el índice de vacunados para que sea una medida epidemiológica eficaz".

Reitera que la vacunación es una herramienta eficaz y segura y que no hay que tener miedo a sus efectos secundarios, porque está perfectamente estudiada y contrastada. "No hay ningún motivo para que el sanitario no se vacune. Hay que trasladar el mensaje de que debemos vacunarnos por la responsabilidad que tenemos hacia la sociedad y hacia los pacientes que tenemos a nuestro cargo", comenta una sensibilizada Maite Azkorra. "De hecho, no nos plantearíamos ninguna disertación si en cualquier otra enfermedad se presentara una vacuna y nos dijeran que tiene una eficacia superior al 60%", concluye, consciente del escaso seguimiento que la vacunación tiene aún entre los sanitarios.

Jeringuillas preparadas en un ambulatorio.

Profesionales sanitarios y trabajadores sociales son

un colectivo estratégico

en la prevención

Campaña de la gripe

La campaña en datos

l 275.000 vacunas. Más de 275.000 vacunas de la gripe han sido suministradas en Euskadi a falta de cinco días para que termine oficialmente la campaña, fecha fijada para el 8 de noviembre.

l El 82% a mayores de 65. De ellas, más de 225.000 han correspondido a personas con 65 o más años de edad, consideradas colectivos de riesgo. En el País Vasco la actividad gripal permanece estable, con una tasa de 9,7 casos por 100.000 habitantes.

l Más de un millón de euros. Al comienzo de la campaña de vacunación -iniciada el pasado 23 de septiembre- el Gobierno Vasco desembolsó 1,2 millones de euros para adquirir un total de 380.000 vacunas, una cifra que estaba sujeta a una posible ampliación.

l Nivel de gripe bajo. El nivel de actividad gripal de la semana pasada se mantenía estable con una tasa de 9,7 casos por 100.000 habitantes, valores muy por debajo del umbral epidémico para el País Vasco que, en esta temporada 2013-14, está establecido en 76,5 casos por cien mil habitantes, según los datos de la red de médicos vigía de la gripe.