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LA Federación de Padres y Madres Divorciados de Euskadi (Kidetza) volverá a llevar al Parlamento Vasco el martes su proyecto de ley de custodia compartida. La comisión de Justicia de la Cámara vasca albergará el debate propiciado por la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que Kidetza promovió en la pasada legislatura para reconocer por ley la custodia compartida como modelo preferente y que se proteja a los menores en procesos de separación.
El cambio de legislación, al que se opusieron el PSE y EB/IU y previsiblemente ahora también EH Bildu, genera gran controversia entre los colectivos que trabajan en favor de los derechos de las mujeres.
Consciente de ello, Justo Sáez, coordinador de Kidetza, asegura que si la inclusión de la custodia compartida como concepto en la legislación genera "recelos" en algún grupo político, se sustituya por la jurisprudencia del Tribunal Supremo que prevé que está modalidad de custodia se adjudique "siempre que no resulte prejudicial para el menor", explica a DNA.
En opinión de Kidetza, una ley vasca de "apoyo integral" a los divorciados con hijos permitiría reducir los contenciosos, además de "defender el derecho de los menores a relacionarse en igualdad de condiciones con ambos progenitores y hacer cumplir la obligación de éstos de cuidarlos, educarlos y mantenerlos", asegura Sáez. "Además, la norma actual no contempla la posibilidad de que el juez pueda remitir a las partes a mediación familiar, y mucho menos como sucede en Francia, donde se puede remitir obligatoriamente a las partes a conocer lo que es la Mediación Familiar y sus servicios. Debe modificarse la ley para introducir la mediación familiar intrajudicial", sentencia el coordinador de Kidetza.
una alternativa más Sin embargo, desde Emakunde entienden que la custodia compartida ha de ser una alternativa más a valorar minuciosamente en cada caso y que así lo posibilita la actual regulación, ya que de acuerdo a los datos, informes y opiniones analizadas, aunque la ley actual recoge la custodia compartida con carácter excepcional en los casos de no acuerdo, el Tribunal Supremo ha dictado sentencia y apuesta por una interpretación flexible de algunos artículos del Código Civil, lo que significa que en la práctica la custodia compartida ya se está asignando por parte de jueces y juezas aun en los casos de no acuerdo, cuando se considera que es la mejor opción para los intereses de los menores y sin que el informe fiscal sea vinculante.
En Euskadi se conceden un 11,7% de custodias compartidas y este porcentaje se está incrementando. Sin embargo, los hombres solo son el 7% entre quienes reducen la jornada para el cuidado de los hijos y las hijas y un 5% entre quienes se acogen a la excedencia para el cuidado de menores, entendiendo que son estos indicadores de corresponsabilidad (son, en cualquier caso, muy limitados. "Esto nos muestra que se están concediendo custodias compartidas en una proporción similar e incluso superior a la de la implicación previa de los hombres en el cuidado", según Emakunde. "Más que un cambio legislativo profundo en esta materia lo que se necesita es un cambio social a favor de la corresponsabilidad y la igualdad", subraya el Instituto Vasco.
sociedad desigual También desde el colectivo Bilgune Feminista se refieren, al igual que Emakunde, a otra cuestión clave como es la relativa a la violencia contra las mujeres. "No debemos perder la vista en ningún momento el punto de partida: una sociedad desigual que, además, en muchos casos provoca casos de violencia contra las mujeres".
En este sentido, el colectivo feminista considera que la custodia compartida preferente conlleva un alto riesgo de que no se haga una valoración suficiente en casos de violencia contra las mujeres por parte de la pareja, sobre todo, si no han sido denunciados. "La custodia compartida preferente no aporta suficientes garantías para los casos en el que se pueda estar viviendo un episodio de violencia de género", remachan en Bilgune Feminista.
En opinión de Izaskun Landaida, directora del Instituto Vasco de la Mujer/Emakunde, otro punto del debate se refiere a si la custodia compartida preferente contribuye a promover la corresponsabilidad y, por ende, la igualdad. "Tras una ruptura la custodia compartida no es la única manera ni la más significativa de ejercer la corresponsabilidad".
Ante quienes argumentan que la custodia compartida preferente promoverá la igualdad, Landaida cree necesario puntualizar que la igualdad no se promoverá por la existencia de la custodia compartida sino por la existencia de una corresponsabilidad en el cuidado y la atención de los menores desde el momento de su nacimiento. "Las fórmulas para favorecer la igualdad deben ser otras, previas a la ruptura", añade.
Emakunde, como así lo ha hecho el movimiento feminista, defiende desde siempre que la corresponsabilidad de mujeres y hombres en el cuidado y atención de las personas -en este caso los menores- es una necesidad para avanzar hacia la igualdad. "Ha sido el discurso que hemos liderado y que seguiremos impulsando. Es dentro de este modelo donde encaja la custodia compartida que empieza desde el primer momento, desde el nacimiento o la adopción. La corresponsabilidad no es algo que deba plantearse a partir de una separación, sino que debe darse desde el momento en que nacen los hijos/as", remacha Izaskun Landaida.
Al igual que el colectivo Bilgune Feminista, la directora de Emakunde considera que la custodia compartida sigue siendo una opción posible con la actual legislación. "Insistimos, ademas, en que cada caso debe ser analizado de manera independiente y asignar a cada realidad familiar el tipo de custodia que se considere conveniente para el bienestar de los menores", remacha.