Vitoria. Tristeza, apatía, miedo a ir al colegio, evitar participar en actividades con sus compañeros, pérdida de material escolar, cambios bruscos de personalidad. Estos son algunos de los síntomas que presentan las víctimas de acoso escolar. Durante el curso pasado, se registraron en Euskadi un total de 201 denuncias de bullying de las que se comprobó que 89 correspondían a casos reales de maltrato escolar, casi el triple que en 2010. Así lo dieron a conocer ayer la consejera de Educación, Cristina Uriarte, y su homóloga de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, en la firma de un acuerdo por el que 150 ertzainas ofrecerán charlas preventivas sobre el ciberbullying, el acoso escolar, el consumo de drogas y seguridad vial.
La consejera Uriarte señaló que, aunque se ha registrado un ascenso notable en el número de denuncias de acoso escolar en los últimos años, los datos no indican que los casos hayan aumentado, sino que antes había una tendencia a no denunciar, incluso alentada por los propios padres, mientras que en la actualidad existe una "mayor sensibilidad" y los protocolos existentes en los propios centros escolares "agilizan" estas denuncias. La mayoría de las denuncias se referían a ataques verbales (62), seguidas de los ataques físicos (58), la marginación social (43), las amenazas (26), los abusos de índole sexual (7) y los ataques contra las pertenencias de un alumno (5).
Con el objetivo de dar continuidad con la política de tolerancia cero ante el acoso entre iguales, Educación y Seguridad han suscrito un convenio para "orientar, impulsar y profundizar" en la implantación de medidas dirigidas a prevenir las conductas inadecuadas y neutralizar aquellos actos que alteren la convivencia. Beltrán de Heredia explicó que otro de los objetivos del acuerdo es acercar al ámbito educativo la figura de la Ertzaintza "como servicio a la ciudadanía, como agente que previene el delito y como defensor de los derechos y libertades de toda la ciudadanía". Para ello, además de los cursos y talleres, el acuerdo contempla la posibilidad de que los alumnos que lo soliciten puedan conocer in situ el trabajo diario de un ertzaina en los centros de Erandio, Oiartzun o Iurreta y tengan la oportunidad de saber cómo se forman los agentes en Arkaute.
Pioneros La actividades vinculadas a este acuerdo se unirán a la labor de prevención que desde hace años se realizan en los centros escolares vascos. Euskadi fue la primera comunidad autónoma en aprobar el Decreto de Derechos y Deberes del Alumnado (2008), una norma que propone un decálogo de pautas de comportamiento entre los estudiantes y ofrece una revisión del régimen sancionador en el que se incluye el fenómeno del ciberbullying. A consecuencia de este decreto los centros cuentan con un protocolo de actuación muy específico para hacer frente a los problemas de convivencia entre los chavales, siendo el bullying su manifestación más grave.
Pese a todos los intentos por erradicar este problema, el acoso escolar sigue siendo una realidad en la escuela vasca. Según el último estudio realizado por el ISEI-IVEI en 2012, el maltrato verbal es el más frecuente entre los menores. Los lugares que habitualmente acogen este tipo de comportamientos son el aula en Secundaria y el patio en Primaria. El estudiante, evidentemente, aprovecha los momentos en los que el profesor está ausente. Los datos evidencian y confirman los resultados de muchas de las investigaciones realizadas que sostienen que una de las características del maltrato escolar es la actuación en grupo. No obstante, según el ISEI-IVEI, el perfil del agresor se corresponde con el de un chico que va a clase de su víctima, lo cual no da muchas pistas. Los expertos apuntan que acosar en la infancia puede ser la antesala de una futura conducta delictiva, "una interpretación de la obtención de poder basada en la agresión y la interiorización de formas de relación basadas en el modelo de jerarquía sumisión que puede perpetuarse en la vida adulta".
Fracaso escolar asociado El bullying está más presente en Primaria que en Secundaria, fundamentalmente en los primeros cursos. El perfil de las víctimas también se corresponde con el de un chico pero se ha comprobado que entre el alumnado inmigrante y entre el alumnado escolarizado en un nivel distinto del que teóricamente le corresponde por edad se da también un mayor número de casos de victimización. En Primaria hay más casos de maltrato en los centros públicos, mientras que en Secundaria se dan en mayor grado en la red concertada.
El género y la orientación sexual también son motivos de burla, exclusión e incluso violencia en los colegios. Este acoso es especialmente relevante en ESO entre el alumnado considerado gay. Según el ISEI-IVEI, un 23% del alumnado de Secundaria afirma haber sido testigo de que algún compañero o compañera ha sido excluido continuamente por ser considerado gay, e incluso en Primaria cerca de un 12% del alumnado también dice haber sido testigo de esta situación. Un dato que llama la atención es que más del 10% del alumnado de Secundaria afirma haber visto casos de exclusión continuada de alumnos o alumnas a través de cotilleos en relación con su orientación sexual o sus relaciones afectivas y sexuales.
Las investigaciones en las que se ha basado el Gobierno vasco para realizar sus protocolos y guías de actuación frente al maltrato aseguran que el bullying se puede reflejar en las víctimas en forma de "fracaso escolar, trauma psicológico, riesgo físico, insatisfacción, ansiedad, infelicidad, problemas de personalidad y riesgo para su desarrollo equilibrado".
En el caso del acoso sexual y sexista "podría derivar en la interiorización del rol de víctima". Además, en este contexto hay una segunda víctima, esta indirecta: los compañeros de clase. Y es que ser testigo de este tipo de comportamientos puede "conducir a una actitud pasiva y complaciente ante la injusticia, la desigualdad y a una modelación equivocada de la valía personal y de las formas de relación positiva".