MADRID. De esta forma lo han expresado en la tercera jornada del juicio que se celebra en la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares a 34 personas por financiar supuestamente a ETA a través de las "herriko tabernas".

Los diez procesados, para quienes el fiscal pide ocho años de prisión por colaboración con organización terrorista, se han negado a responder a las preguntas de las acusaciones (Fiscalía, Asociación de Víctimas del Terrorismo y Dignidad y Justicia) y sí lo han hecho a las de sus defensas.

Uno de los acusados, Juan Ignacio Lizaso ha negado ser el coordinador de las "herrikos tabernas" en el País Vasco y ha precisado que trabajó en el área económica de Euskal Herritarrok.

Las "herriko tabernas" están gestionadas por asociaciones sin ánimo de lucro, según Lizaso, quien ha reconocido que en algunas de ellas había militantes de la izquierda abertzale por su cercanía ideológica a un modelo independentista y de izquierdas.

Otro de los procesados, Patxi Abengoa, ha negado ser el coordinador de las "herriko tabernas" de la provincia de Vizcaya y ha apuntado que trabajó para Euskal Herritarrok.

La acusada Jaione Intxaurraga ha negado ser la coordinadora de las "herriko tabernas" en Nafarroa y ha destacado que entre 1999 y 2002 su labor como secretaria del grupo parlamentario de Euskal Herritarrok le exigía moverse para mantener reuniones en diferentes lugares del País Vasco y Nafarroa.

Otro de los procesados, Enrique Alaña, ha subrayado que "nunca" participó en reuniones con personas vinculadas a ETA, ni se han puesto en contacto con él desde la organización terrorista.

Alaña ha negado haber tenido un control contable, administrativo y económico de las "herriko tabernas" y haber participado "nunca" en una reunión de la comisión nacional de "herriko tabernas", a la vez que ha recalcado que no le consta que hubiera un plan para financiar a ETA.

Licenciado en Derecho, Alaña ha reconocido que entre 1993 y 1999 trabajó en una empresa de asesoramiento y que uno de sus clientes era Herri Batasuna.

Entre los trabajos que hizo para Herri Batasuna, ha aludido a la reclamación por vía administrativa de la financiación electoral como grupo parlamentario, contratos de arrendamiento y otro tipo de contratos.

Ha negado haber diseñado un plan para que las "herriko tabernas" funcionaran como asociaciones culturales, aunque ha admitido haber recibido consultas para solucionar algunos problemas de estas entidades desde el punto de vista legal como la falta de adecuación de sus estatutos.