vitoria. La polémica surgida a cuenta de la intención de los responsables de la Euzko Etxea de Nueva York de emitir un vídeo del alcalde de Donostia Juan Karlos Izagirre (Bildu) el pasado domingo durante su fiesta de centenario, que sirvió a su vez de broche final del viaje institucional del lehendakari Iñigo Urkullu a Estados Unidos, sigue dando que hablar. Ayer mismo, la junta directiva de la Euzko Etxea colgó un comunicado en su página web en el que admitía que recibió el vídeo de saludo del primer edil poco antes de iniciarse el acto, por lo que su intención de emitirlo trastocaba el formato pactado con antelación con la delegación del Gobierno Vasco presente en la ciudad norteamericana. Finalmente, la pieza no se emitió, pero el desarrollo del evento volvió al guion original como consecuencia de las negociaciones entre ambas partes.
"La junta directiva recibió el vídeo de felicitación de poco más de un minuto de duración el mismo día de la celebración de la gala e informó a los representantes del Gobierno Vasco de su intención de mostrarlo durante el acto", asegura la nota, fechada el pasado miércoles. Entonces se produjo el conflicto con la comitiva liderada por Urkullu por la diferencia de criterio acerca de si la emisión de ese vídeo suponía una demostración de la pluralidad del acto, como defendían desde la Euzko Etxea, o todo lo contrario, como aseguraban los representantes del Ejecutivo de Gasteiz, toda vez que sería el único vídeo que se difundiría durante la gala. Una vez expresada esta disparidad de opiniones, y "ante nuestra negativa de retirar el vídeo y la postura firme de los representantes del Gobierno Vasco, comienza la gala a la hora programada, con casi 300 invitados y sin la presencia del lehendakari Iñigo Urkullu", prosigue el escrito. Según esta versión, el vídeo fue enviado por iniciativa del Ayuntamiento de Donostia para suplir la ausencia de Izagirre, que estaba invitado a la cita.
Respecto a las negociaciones que siguieron desarrollándose con la gala ya iniciada, la junta directiva de la Euzko Etxea afirma que las mismas dieron lugar "a un retraso considerable en el programa". Agrega que "habiendo transcurrido más de una hora desde el comienzo de la misma, y ante las expectativas creadas por la programada presencia del lehendakari, la junta directiva decide dar marcha atrás y plegarse a la exigencia del GobiernoVasco", desistiendo así de emitir el vídeo de Izagirre.
Sin embargo, ello no garantizó el normal desarrollo del acto, ya que, tal y como ha trascendido, Urkullu no fue recibido por los responsables de la Euzko Etxea, no fue presentado -y cuando la presentadora le nombró, le despojó del título de lehendakari-, y tampoco participó del aurresku de honor. A este respecto, el comunicado argumenta que "sin saber a ciencia cierta cuándo llegaría el lehendakari, la junta directiva decide comenzar con su mensaje de bienvenida". Agrega que "al no contar con la certeza de la presencia del lehendakari, se omite su nombre". Según la nota, justo después Iñigo Urkullu y su equipo "entran en la sala sin previo aviso, ocasionando que los miembros de la junta directiva, que estábamos cerca del pódium, no nos percatásemos de su llegada. Esto dio lugar a que no pudiésemos recibirle como demanda el protocolo". La junta concluye expresando su "enorme tristeza por lo ocurrido" y su "profundo respeto" al conjunto de instituciones vascas.
Solo a Izagirre La presidenta del Bizkai Buru Batzar (BBB) del PNV, Itxaso Atutxa, respondió ayer a las críticas vertidas la víspera por EH Bildu, que acusó a Urkullu de "censurar" el vídeo de Izagirre. "Nadie avisó con anterioridad que se iba a poner ese vídeo, y en este tipo de actos siempre conoces cuál va a ser el contenido", dijo Atutxa. Rebatió además que se les hubieran pedido vídeos a todos los alcaldes. "Eso no es verdad, no se les pidieron vídeos a todos los alcaldes, sino al alcalde Izagirre", zanjó.