vitoria. El debate para sacar adelante un Presupuesto en Gasteiz en 2014 se hará como pidieron los grupos de la oposición. Tras varias semanas en las que EH Bildu, PNV y PSE han puesto sobre la mesa sus condiciones para sentarse a hablar con un alcalde que gobierna en minoría, ayer Javier Maroto por fin se pronunció, y lo hizo para asegurar que las reglas de juego planteadas de forma simultánea por los tres grupos, y que coinciden en sus líneas generales, serán las que rijan el proceso.

Así, tal y como le exigió el Pleno municipal, el Presupuesto se debatirá de forma conjunta con las ordenanzas municipales, es decir, ingresos y gastos se trabajarán a la vez, según el deseo de toda la oposición. Hay que empezar a hacerlo ya para tener unas tasas y precios públicos antes del 31 de diciembre, y por ello en los próximos días la Junta de Gobierno Local aprobará un proyecto de ordenanzas y Presupuestos que luego se presentará en la comisión de Hacienda.

"Espero el mayor consenso posible, sin descartar la unanimidad, he expresado mi voluntad de que si hay mayorías políticas suficientes en el trámite será posible hacerlo", señaló Maroto, quien abrirá el debate escuchando también las propuestas generales de cada uno de los grupos y buscando puntos de acuerdo, tal y como le pidieron socialistas, jeltzales y soberanistas. El año pasado, PSE y EH Bildu criticaron que PP y PNV cocinaran un pacto presupuestario al que sólo fueron invitados cuando ya estaba cerrado. Estas últimas formaciones, sostienen, por su parte, que socialistas y abertzales rechazaron presentar sus aportaciones.

"cuestiones matizables" Este año parece que los cuatro partidos parten en condiciones de igualdad, pues reflejan "muchas sensibilidades que tienen que verse representadas", según el alcalde, cuya predisposición es "máxima". "Hay que evitar -enfatizó- la confrontación porque los ciudadanos están hasta el rabo de la boina de que los políticos discutan".

Eso sí, aunque de partida todo el mundo parece abierto al diálogo y al consenso, ésta es otra negociación presupuestaria más y cuando se entre a lo concreto surgirán las fricciones, tal y como constató el propio Maroto. "Son cuestiones matizables y habrá diferencias en el debate", admitió el alcalde, quien considera que con ese punto de partida en el que todos los partidos tendrán que presentar su propuesta "todo el mundo se va a retratar". "Es una oportunidad interesante para el análisis de los ciudadanos", añadió.

En todo caso, a quien legalmente corresponde presentar una propuesta de Presupuestos es al gobierno, y Maroto asegura que su proyecto incluirá las reclamaciones conjuntas -pero no revueltas, pues todos los grupos dicen lo mismo, pero lo dicen por separado- de PNV, EH Bildu y PSE.

Así, Maroto promete que no habrá "ajustes" en materia de empleo público, que respetará los acuerdos alcanzados en este ejercicio de 2013 y que por tanto los puestos de trabajo que existen a día de hoy en la administración local vitoriana quedan "garantizados". El segundo eje de su Presupuesto serán "las políticas sociales", cuestión sobre la que no se extendió más allá de la pronunciación de las dos palabras, y el tercero pasa por un incremento del apoyo al comercio, singularmente al minorista, y al turismo.

Con estas premisas generales el alcalde satisface, de entrada -luego habrá que ver qué entiende cada cual por empleo público, políticas sociales y apoyo al comercio-, las demandas generales de la oposición, y se reserva para sí otros dos pilares de las Cuentas.

Maroto quiere garantizar la continuidad o culminación de las infraestructuras en marcha en la ciudad, garantizadas en buena medida porque se pagan con créditos concedidos en años anteriores. Quiere también que el Presupuesto garantice la estabilidad presupuestaria, que no se gaste más de lo que se ingresa, porque una Ley aprobada por su partido en Madrid así se lo exige. Y se va a ingresar menos, porque en 2014, recordó Maroto, no hay dinero en concepto de vacaciones fiscales, que este año han dejado en Vitoria 15 millones de euros.

EH Bildu pide concreción Ayer sólo EH Bildu reaccionó públicamente ante una propuesta que todos los grupos conocieron de primera mano en la Junta de Portavoces. El líder de la coalición soberanista en Gasteiz, Kike Fernández de Pinedo, celebró que se vayan debatir de forma conjunta ingresos y gastos, pero a su juicio el planteamiento del alcalde es de momento más "filosófico" que otra cosa y por ello "tendrá que concretar más sus propuestas". Fernández de Pinedo coincide con Maroto en que "el empleo y la crisis son la prioridad", pero "para contar con EH Bildu deberá introducir la progresividad en la fiscalidad y no hablar sólo de las aportaciones de los grupos, sino también de las prioridades que decida la ciudadanía a través de los consejos territoriales y sectoriales".