vitoria. Amortizado el abierto por obras de la Catedral, consumado el año de la Green Capital y a expensas de lo que pueda dar de sí el Valle Salado de Añana y su posible designación como Patrimonio Mundial de la Unesco en 2014, Vitoria está dispuesta a seguir estirando su gancho turístico con proyectos singulares. En este sentido, ha decidido apostar esta vez por el running como turismo deportivo, lanzando un proyecto que ha bautizado como Walking&Running y que ya presentó en la pasada Feria Internacional de Turismo (Fitur). La idea nace al rebufo de una modalidad en constante eclosión de la que Vitoria no es ajena. Historias como la de Paco Rueda, un mecánico de Vitoria que cumplidos los 50 decidió ponerse a prueba para comprobar el estado de su motor. "Mi reto era saber en qué estado me encontraba y de qué era capaz", explicaba desde su taller en Nueva York, historias de maratón, un documental elaborado por la factoría de Informe Robinson.

Vitoria 'cosida' en 30 minutos Son protagonistas anónimos de una explosión deportiva que parece no tener fin. Tampoco en Vitoria, donde bajo el paraguas de los runners han ido surgiendo empresas y eventos que avalan el auge de esta modalidad. Hay ejemplos de sobra: la media maratón Martín Fiz, la cada vez más popular San Silvestre, que en su última edición congregó a 3.000 corredores oficiales, agrupaciones como 42.195, que organizan y gestiona la participación de corredores amateurs en maratones internacionales...

Al cobijo de esta corriente, Vitoria quiere explotar esta modalidad como turismo deportivo. Ha diseñado para ello un proyecto basado en cuatro itinerarios para que los turistas que acudan a la capital alavesa corran o caminen por la ciudad partiendo desde la misma puerta de su hotel. El proyecto ofrece propuestas de entre 30 y 60 minutos que cosen Vitoria y todo su anillo exterior a través de rutas que pueden oscilar entre los cinco y los siete kilómetros de distancia.

La propuesta no es nueva en sí misma, aunque sí existen matices que la convierten en novedosa. Así, por ejemplo, mientras capitales como Bilbao, Donostia o Barcelona ya ofrecen este tipo de servicios turísticos únicamente bajo demanda y con un coste que oscila entre los 12 y los 25 euros, la oferta vitoriana será gratuita, libre y completa.