vitoria. El debate de política general de las Juntas de Álava sirvió para encauzar el martes el punto de encuentro que permita a jeltzales y socialistas sumar el apoyo del PP y sortear con éxito la tramitación de su propuesta fiscal en el Parlamento territorial. Pero aún falta un camino por recorrer que desde las filas nacionalistas y populares afrontan con la convicción de que habrá acuerdo, según destacaron fuentes de ambos partidos a este periódico.
La segunda sesión del debate de política general sirvió ayer para escenificar algunos gestos en este sentido. En el primer punto de las propuestas elevadas a las Juntas Generales de Álava, los grupos de PNV y PSE presentaron una proposición, con enunciados prácticamente idénticos a la reforma fiscal acordada en el pacto de Lehendakaritza, que salió adelante gracias a las abstenciones del PP y Bildu.
Durante la jornada del día anterior en el pleno alavés, ante el contexto del acuerdo fiscal sellado entre PNV y PSE y las negociaciones abiertas con el PP vasco, el diputado general de Álava modificó sustancialmente el discurso que tenía escrito de antemano -y que había distribuido- para modular su mensaje en la tribuna y abrir las puertas a la posibilidad una entente que permita a los populares meterse en la alianza. El mensaje tuvo su contrapartida desde la bancada jeltzale por boca del Ramiro González, quien trasladó al jefe del Ejecutivo foral la posibilidad de negociar algunas de las medidas recogidas en el plan que Javier de Andrés improvisó en el museo Artium.
La presencia en el escaño contiguo al del portavoz jeltzale de la también juntera y, además, secretaria del EBB, Pilar García de Salazar, no deja lugar a dudas sobre las bendiciones de Sabin Etxea a la oferta que González trasladó al diputado general, aunque sin concretar qué materias tendrían cabida en el pacto que el lehendakari y los máximos responsables de PNV y PSE firmaron en Lehendakaritza.
Según ha podido saber DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, en este apartado se circunscriben medidas de impulso a las microempresas, así como las deducciones tributarias para autónomos y emprendedores, entre otros apartados.
La admisión de estos puntos en el acuerdo supondría el gesto que destacados dirigentes del PP demandan en privado para que su incorporación al partido no suponga un absoluto trágala.
No obstante, esta antesala no es suficiente para colmar las aspiraciones de los dirigente conservadores, quienes fijan como uno de los ejes principales de su plácet que se garanticen los Presupuestos de la Diputación de Álava para el próximo ejercicio, una ansiada medida para acabar con la situación de interinidad que padece el gabinete De Andrés desde que, ante la falta de apoyos, se viera obligado a prorrogar las Cuentas de 2012. Los jeltzales no cierran la puerta a esta vía, pero advierten de que "habrá que negociar mucho" antes de ultimar cualquier concesión en las cuentas.
Con estos elementos sobre la mesa, y a falta de conocer las conclusiones del pleno de fiscalidad que acogerá hoy la Cámara vasca, la senda aparentemente más factible para avanzar en los objetivos comunes se ciñe a la presentación de una propuesta de norma foral en las Juntas alavesas en la que se recojan las iniciativas fiscales del acuerdo firmado entre PNV y PSE.
La abstención de los populares sería suficiente para aprobar la totalidad de las medidas fiscales -Bildu ha advertido de que apoyará sólo los puntos que coincidan con la propuesta de la coalición soberanista en Gipuzkoa-, mientras que, hoy por hoy, parece complicado que la formación conservadora acepte el apartado de inversiones en infraestructuras que también forma parte del pacto de país.
El discurso público y privado del PP en este ámbito es contundente y deja bien a las claras que la incorporación de un solo proyecto desatinado a Álava entre la docena de iniciativas presentadas por socialistas y jeltzales no será suficiente.