GASTEIZ. Con esta medida publicada la semana pasada en el Boletín Oficial del Estado el Ministerio de Sanidad establece que los pacientes no ingresados en hospitales deberán asumir una aportación por los medicamentos dispensados en las farmacias hospitalarias para tratar enfermedades graves o crónicas, con un máximo de 4,2 euros por envase.
El portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, ha anunciado hoy en la habitual rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno que el coste de la puesta en marcha del mecanismo para recaudar ese dinero sería superior al ahorro de 200.000 euros que supondría la aplicación de esta medida en Euskadi.
Erkoreka ha argumentado que se trata de una medida "inútil" porque "no tendrá efectos disuasorios", ya que grava los fármacos para enfermos graves y crónicos, que no pueden prescindir de ellos. Además tampoco tendrá "efectos recaudatorios" porque esos 200.000 euros son una "cifra insignificante" en el conjunto de los presupuestos vascos.
El Ejecutivo de Iñigo Urkullu "discrepa profundamente" con el nuevo copago y presentará un recurso administrativo de alzada para pedir su paralización cautelar. Si la resolución fuera negativa, recurrirá a la vía judicial e interpondrá un recurso contencioso-administrativo con esa misma petición.
En todo caso, es "materialmente imposible" que el copago hospitalario comience a aplicarse en Euskadi el 1 de octubre, ha anunciado Erkoreka, porque es una medida que no se había planteado en el Consejo Interterritorial "salvo de forma tangencial" y, por tanto, el Gobierno Vasco "no tenía constancia" de ella ni ha tenido tiempo para preparar su aplicación.
El portavoz ha criticado que Mariano Rajoy no haya anunciado este nuevo copago con "la antelación necesaria y la requerida lealtad entre administraciones" y ha avanzado que el Ejecutivo vasco pedirá al central "que rectifique y retire la medida".