Los comercios del ámbito textil son un buen baremo para calibrar el impacto de unas rebajas. ¿Cómo les ha ido este verano a las tiendas de ropa de Vitoria?

Después de una campaña de primavera-verano muy mala debido sobre todo al tiempo, las rebajas han ido suaves pero en general un poco mejor que el año pasado. Hablamos de una horquilla de entre un 5% y un 8% de incremento por encima del año pasado, aunque hay excepciones por debajo y otras por encima, con tiendas que han llegado a subir un 12%. Este año en Vitoria la gente en rebajas se ha movido un poco más.

No está mal teniendo en cuenta los tiempos que vivimos...

Podríamos decir que este año ha sido el primero que han mejorado un poquito las ventas en rebajas desde el 2009. El año pasado algunas tiendas ya fueron para arriba, pero fue más un mantenimiento respecto al anterior.

¿A qué se debe este pequeño repunte en algunas tiendas del sector?

Muchas tiendas del centro nos han trasladado que este agosto la desbandada de gente ha sido menor, con más personas por la calle en general respecto a otros veranos. También algunas tiendas céntricas nos cuentan que han notado algo más de turismo, sobre todo turistas de la península que han entrado en sus establecimientos y han comprado.

¿Hay entonces motivos para la esperanza o hablamos casi de un oasis de ventas en rebajas?

No tengo confianza en ese sentido, la verdad. Los brotes verdes ya me han dado muchas tortas y no quiero ser demasiado optimista porque luego la bofetada es más gorda. La cuestión es que veníamos de una temporada de primavera mala, con mucho frío.

Comenta que, aunque el balance general de estas rebajas para el sector es positivo, hay excepciones.

Ha dependido mucho del tipo de producto. La ropa sport este año se ha vendido mal, pero la de ciudad sí ha tenido un pequeño aumento.

¿La climatología de Vitoria ha sido clave una vez más?

Hasta el 1 de julio ha hecho un tiempo garrafal y nos hemos mantenido con la ropa de entretiempo. Aunque luego a partir de ese día ha hecho calor, en Vitoria tenemos esa mentalidad de decir 'bueno, si ya total sólo nos quedan quince días de verano'. Aunque sea 1 de julio ya no compramos ropa de sport de verano y preferimos tirar de fondo de armario.

Influye también el bolsillo, supongo.

Sí, pero como la tendencia en los hogares hasta ahora ha sido ir ajustando en lo que a ropa se refiere, llega un momento en el que hay prendas que hay que cambiarlas porque llevas tres años apretándote el cinturón.

¿Han sufrido más estas rebajas las grandes franquicias de ropa que el comercio local?

Es que no tenemos absolutamente nada que ver. Nosotros en rebajas nos vemos obligados a meter un descuento un poco agresivo y a cambio damos al consumidor la oportunidad de comprar artículos de alta calidad a precio competitivo. Pero otros formatos de comercio tienen otra política, empiezan al principio de las rebajas con descuentos engañosos del 70% en productos que todos sabemos cómo y en qué condiciones sociales están fabricados. Al final tampoco las políticas de marketing tienen nada que ver, porque la primera semana de rebajas trabajan muy bien y luego empiezan ya con artículos de nueva temporada encubiertos

El verano se acaba y empieza la nueva temporada. ¿Qué expectativas tienen?

Es una incógnita, sinceramente. Dependeremos mucho de nuevo de la climatología. Si empieza a refrescar a las tardes la gente empieza a pensar en una chaqueta o una cazadora, y visita las tiendas. También habrá que ver qué pasa a nivel político y económico, que no salga una mala noticia de esas que te ponen los pelos de punta, como lo que ocurrió con la prima de riesgo.

Esta primavera poca ropa para el buen tiempo habrán vendido...

Veníamos de una temporada muy mala, con una primavera nefasta por culpa del frío. Si tienes que llevar unas botas no puedes ir con un pantalón de verano. Mi marido por ejemplo ha sacado los pantalones de verano y me decía "cómo voy a comprar más pantalones si tengo un montón que no me he puesto todavía".