BRUSELAS. "Consideramos el uso de armas químicas como una amenaza a la paz y seguridad internacional", aseguró el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, tras reunirse con los embajadores de los Estados miembros.
Según Rasmussen, todo apunta a que el régimen sirio está detrás de un ataque que supone una "clara violación" de las normas internacionales y que ha causado centenares de muertos.
"Condenamos en los términos más duros estos vergonzosos ataques, que causaron una gran pérdida de vidas", explicó el político danés en un comunicado, en el que subrayó el apoyo aliado a la investigación que está llevando a cabo la ONU sobre el terreno.
Sin embargo, Rasmussen apuntó ya directamente a la responsabilidad del Gobierno sirio en el ataque, subrayando que es el régimen de Damasco el que "custodia los arsenales de armas químicas" y que, a priori, está detrás de los hechos.
"Información disponible de un amplio abanico de fuentes apunta al régimen sirio como responsable del uso de armas químicas en estos ataques", señaló el secretario general de la OTAN.
Rasmussen subrayó que el uso de ese tipo de armamento "es inaceptable y no puede quedar sin respuesta".
"Los responsables deben rendir cuentas", insistió.
La OTAN seguirá analizando de cerca la situación en Siria y asistiendo a Turquía en la protección de la frontera sureste de la Alianza, señaló Rasmussen en referencia a las baterías de misiles Patriot que los aliados tienen desplegadas desde hace meses en suelo turco.
La Alianza Atlántica ya había señalado en varias ocasiones que el uso de armamento químico en Siria suponía una línea roja dentro de un conflicto del que hasta ahora ha preferido mantenerse al margen.