NO es ningún secreto que no corren buenos tiempos y que son ya muchos los años que los vascos llevan apretándose el cinturón, ahora ya hasta el punto de empezar a respirar con dificultad. El estudio del Eustat relativo al gasto medio familiar durante el año 2012 desvela que los ciudadanos de la CAV gastan al nivel de 2006, en un contexto de bajada de salarios y subida de precios generalizada.

El año pasado, cada hogar gastó como promedio 33.118 euros, un 2,2% menos que en 2011. La mayor parte de este dinero se fue en gastos de vivienda, el 34,8%; en alimentos y bebidas no alcohólicas, con un 13,7%; en hoteles, cafés y restaurantes, con un 10% del total; en transportes (10%), y en ocio y cultura, que se quedaron en un 6%.

La distribución del gasto parece relativamente lógica, pero cuando se entra al fondo de estos datos se descubren circunstancias que llaman a la reflexión. No se puede obviar, en ese sentido, que todos estos principales gastos de los hogares vascos se han reducido menos uno, el primero, la vivienda. Y no es porque las hipotecas o los alquileres estén más caros, sino porque las facturas del agua, la electricidad, el gas y otros combustibles se han disparado desde que empezó la crisis. En el país donde más margen de beneficio obtienen las empresas energéticas, que también es el que más paro tiene y donde más bajan los salarios, la luz se ha convertido en un servicio de lujo que cada vez lo será más. Hay que tener en cuenta que los datos avanzados por el Eustat corresponden a 2012 y se han dado a conocer poco antes de que se apruebe una nueva subida de precios en materia de energía. Todo ello en un país que genera más electricidad de la que produce, cuyas centrales de ciclo combinado están paradas, y que ha herido de muerte a la industria de las renovables.

Como por mucho que se ahorre la electricidad y el agua son indispensables para llevar una vida digna, los vascos se han privado en otros apéndices de su lista de gastos para poder sufragar sus facturas. Así, la bajada del desembolso medio en el supermercado fue en 2012 del 2,9% respecto a 2006, y del 4,2% respecto al año anterior; y el gasto en transportes ha caído un relevante 24,3% con respecto a 2006. El dato es lógico, dado que Euskadi apenas tenía paro por aquel entonces y ahora hay 140.000 personas que no gastan un euro en ir a trabajar porque carecen de empleo.

Sin trabajo también cuesta más ir de tiendas. Por ello, el gasto en artículos de vestir y calzado fue en 2012 un 22,5% menor que seis años antes, y la asistencia a espectáculos o la compra de libros y discos cayó un 16,9%, si bien creció ligeramente con respecto a 2011. En ese sentido cabe recordar que el pasado 1 de septiembre, ya en el último trimestre del año, los productos y servicios culturales pasaron de pagar un 10% de IVA a un 21%, con lo que la tendencia de 2013 debería ser aún peor.

Pasando ya al gasto medio por persona, y no por hogar, resulta que en 2012 fue de 13.648 euros, lo que supone un descenso en euros corrientes del 0,9% con respecto al año anterior, y contrasta con el crecimiento que se produjo entre los años 2006 y 2011, cifrado en un 8,7%.

En términos absolutos, el gasto total en consumo en el año 2012 también disminuyó -un 1,1% respecto a 2011-. Así, el apartado de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles registró un descenso del 0,4%; mientras que el gasto en alimentos y bebidas no alcohólicas cayó un 3,2% en relación al año anterior. Sin embargo, el gasto en hoteles, cafés y restaurantes subió un 2,2%. El descenso más significativo en términos porcentuales se produce en el apartado de salud, con un gasto que se sitúa en 838 millones de euros y que supone un 13,6% menos que en 2011.

Otro de los aspectos que refleja el estudio del Eustat es la lógica relación entre el gasto de las familias vascas y sus ingresos. En ese sentido, en los hogares cuyo ingreso mensual era inferior a 1.000 euros se registró un gasto medio anual de 16.959 euros, mientras que en los que entraban 3.000 o más euros todos los meses la factura anual se elevó de media hasta los 50.884 euros. Los primeros se han apretado el cinturón, los segundos se animaron a gastar un poco más que en 2011. Los descensos medios en el gasto de los hogares donde no ingresan ni 1.000 euros fueron del 9%, mientras que en las familias en las que entran hasta 2.000 euros al mes la caída fue del 6,6%. Sin embargo, en los hogares con mayor nivel de renta se produjeron crecimientos del 3,4%, cuando la renta oscilaba entre 2.000 y 2.999 euros; y del 0,9% para los de 3.000 euros y más.

Es interesante también analizar la relación existente entre el gasto familiar y el tamaño del municipio donde se reside. En los municipios de menos de 10.000 habitantes las familias se dejaron en 2012 un 6,1% más de dinero que la media de la Comunidad Autónoma Vasca. Según el estudio del Eustat, el menor gasto medio por hogar, de 32.704 euros, se produjo entre familias que viven en municipios de entre 10.000 y 100.000 habitantes.