Donostia. La Conferencia de Paz que promueve el alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, sigue dando que hablar cuando faltan menos de dos meses para su celebración. Opinaron ayer el obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, y el portavoz del PNV en las Juntas Generales, de Gipuzkoa, Markel Olano. El prelado hizo una serie de reflexiones mediante las que restó cualquier tipo de "autoridad moral" a aquellos foros o encuentros que se organizan sin el apoyo de las víctimas del terrorismo. Por su parte, el dirigente jeltzale cree que la cita organizada por el alcalde donostiarra es positiva siempre "que se haga bien" y no busque el "beneficio particular".
Hasta ahora, las primeras reacciones que ha concitado la Conferencia de Paz, que lleva por título Construyendo la Paz desde el Ámbito Local, se pueden agrupar en tres bloques. Las favorables, que surgen en el ámbito de EH Bildu; las prudentes, en las que se ha situado el PNV, que respalda la iniciativa pero recela de las auténticas intenciones de sus promotores, y los que abiertamente se han posicionado en contra, como el PSE y el PP, postura a la que ayer se sumó Munilla en la homilía que leyó en la basílica de Santa María con motivo de la festividad de la Virgen de la Asunción. En su lectura, el obispo no se refirió directamente a los planes expuestos por Izagirre. Lo que hizo fue enmarcar el contexto que, en su opinión, debe rodear a un encuentro de estas características.
Según explicó en su sermón, la cualidad del magisterio de la Iglesia es "contribuir al bien público desde la iluminación de los valores morales", perspectiva desde la que quiso juzgar las diversas conferencias internacionales por la paz; es decir, también la conferencia de Aiete. Munilla expresó su preocupación por el uso que se quiera dar al término paz y confió en que "no sea devaluado ni manipulado". En aras a ese deseo, realizó tres reflexiones que emplazan directamente al MLNV y su posición ante las víctimas de ETA.
Para Munilla, "el diálogo sobre la paz solo tiene sentido en el supuesto de que se inicie y se concluya con una condena explícita al terrorismo, así como a todo tipo de violencia". El obispo interpreta que la apelación a todas las violencias y todas las víctimas es una coartada de la izquierda abertzale para rehuir sus responsabilidades. "La existencia de diversos tipos de víctimas y de violencias no debe ser utilizada como una maniobra de distracción, que le libere a cada uno de su obligación moral de arrepentimiento y de petición de perdón hacia las víctimas que él ha generado o de las que ha sido cómplice". El prelado cree que los foros y encuentro por la paz no solo no deben excluir a las víctimas sino que deben "recabar su apoyo", de lo contrario "carecen de autoridad moral".
Desde un plano más político, el jeltzale Markel Olano señaló que la Conferencia es, en sí misma, "positiva". Pero para eso "hay que hacerlo bien" y evitar cualquier tentación de sacar tajada.