Bilbao. Concluye curso político y un año de alta intensidad para Manu Ayerdi. Tras su elección como nuevo presidente del Napar Buru Batzar del PNV, sufrió en carne propia junto al otro parlamentario de Geroa Bai (Patxi Leuza) la expulsión del grupo de NaBai, controlado por Aralar, en la Cámara navarra. A estas alturas, considera consolidado el espacio abertzale generado por Geroa Bai, una marca que repetirá en las próximas elecciones generales y que también concurrirá a las forales y municipales.
Decía la semana pasada el presidente de su partido, Andoni Ortuzar, que se da un proceso político muy interesantes en Navarra...
La verdad es que las cosas están muy interesantes en la medida en que estamos asistiendo a un cambio de ciclo político. Se está terminando el ciclo de UPN como partido en el gobierno, la sociedad la está empujando a que pase al banquillo durante un cierto tiempo. Por otra parte, tenemos un PSN con una evolución muy complicada. Me atrevería a decir que los socialistas se han dado cuenta de que la estrategia política de arropar a UPN no les beneficia. En el mundo abertzale, empezamos la legislatura con un grupo de Bildu y otro de Nafarroa Bai, del que nos expulsaron a los dos parlamentarios de Geroa Bai. Así que se están consolidando dos proyectos que es sano que estén: uno en torno a EH Bildu y otro alrededor de Geroa Bai. A eso se le suma una crisis económica muy profunda donde no se ven brotes verdes y sí problemas importantes con la recaudación, en gran medida por la incapacidad de UPN de haber gestionado con otras fuerzas políticas la planificación estratégica de la comunidad durante los años buenos.
¿Cómo ve el futuro de Yolanda Barcina?
Creo que va a sufrir cierto desgaste electoral porque la sociedad ha percibido durante los últimos tres años que se está derrumbando esa concepción que nos vendían de una UPN como garante de la gestión. En estos tiempos de crisis estamos viendo muchas consecuencias dolorosas de decisiones de UPN. La más paradigmática es la pérdida de Caja Navarra, fruto de una gestión nefasta de UPN. Nos encontramos sin entidad financiera y, a cambio, hemos obtenido unas acciones que valen mil millones de euros menos que hace tres años. Pero no es el único ejemplo de mala gestión. Tenemos financiaciones a través de peajes en la sombra que están siendo enormemente costosas o inversiones fallidas, como el circuito de Los Arcos o el pabellón Navarra Arena. Por otro lado, la sociedad está percibiendo que ha habido una crisis de valores en la cúpula de UPN de los últimos años, desde el entorno de Miguel Sanz hasta Barcina. Ahí está el caso de las dietas de Caja Navarra. Con lo cual, se ve que UPN no es de fiar ni en la gestión ni en los valores.
¿Considera factible que en esta situación Barcina acabe por convocar elecciones anticipadas?
El Gobierno de UPN está en minoría porque tiene los puentes rotos con todas las fuerzas, salvo el PP, que tampoco le soluciona esa minoría. Ahora, tras el auto del Tribunal Supremo exculpatorio de Barcina, UPN va a insistir más en su apuesta de agotar la legislatura como sea. De hecho, el gobierno empieza a hablar de que va a haber una segunda prórroga presupuestaria. Por otra parte, no veo al Partido Socialista capaz de impulsar una moción de censura de momento, porque no le conviene y se quiere dar tiempo. Además, de acuerdo con el Amejoramiento, en Nafarroa la capacidad de adelantar elecciones finaliza una vez que llegas al último año de legislatura. Esto es, solo podría adelantar las elecciones antes de mayo de 2014, pero si están convocados los comicios al Parlamento Europeo para el 25 de mayo no se puede simultanear otro proceso electoral. Así que mi sensación es que, desafortunadamente, vamos a agotar la legislatura debido a los intereses de UPN y del Partido Socialista.
¿El auto del Supremo exculpatorio en el asunto de las dietas le ha dado un balón de oxígeno a Barcina?
Por supuesto, ahora UPN se siente más fuerte. Lo que la ciudadanía navarra no entiende es que Barcina venda esa sentencia como una prueba de la honorabilidad y honradez de UPN. Aquí hay dos planos que no se pueden mezclar. Uno es el plano jurídico y el otro, el ético y de valores. No vamos a entrar en el aspecto jurídico, a veces nos gusta la Justicia más y otras menos. Lo que me indigna bastante es que UPN nos trate de vender una victoria jurídica como un triunfo ético y de valores. Ya lo dice la propia sentencia, que el reproche ético es brutal. Lo que ha quedado demostrado contundentemente es que había unos señores que se reunían varias veces al día en la comisión permanente de la CAN para cobrar unas cantidades enormes por no hacer nada. Desde el punto de vista ético, es bochornoso.
¿Hay posibilidad de que ese reproche ético se materialice a través de una comisión de investigación en el Parlamento?
Nosotros hemos suscrito conjuntamente hasta tres veces la petición de constituir la comisión. El tema de Caja Navarra es tan grande que quizá haya que separar los conceptos, el plano ético del que hablaba antes y el de la gestión. En este aspecto lo importante de verdad es saber qué ha pasado para que nos quedemos sin caja y nos hayamos dejado por el camino mil millones de valor patrimonial. Y para responder a esa pregunta, que es la más importante y que está sin responder, es fundamental constituir una comisión de investigación. Pero el PSN no está interesado en que se profundice en esto porque los socialistas también han estado en el consejo de administración de Caja Navarra.
¿Así que el reproche político y ético no tiene mayor recorrido?
El problema es que el asunto de Caja Navarra es tan gordo que no va a parar; está en el imaginario colectivo de los navarros porque Caja Navarra era un seña de identidad y la ciudadanía quiere saber lo que ha pasado. UPN y PSN se están equivocando porque la ciudadanía necesita más explicaciones.
¿Cuál es el papel del PSN en el actual momento político?
Los socialistas han pasado de 19 parlamentarios que llegaron a tener a los actuales nueve y los sondeos aventuran que van a perder más. Han llegado a la conclusión de que esa estrategia de acompañar a UPN de una manera u otra, dentro o fuera del gobierno, les perjudica como formación. Desde ese punto de vista, veo que el Partido Socialista quiere separarse de UPN. Lo malo es que está dando tumbos en ese camino. Está en esa situación de decir quiero abandonar a UPN y reposicionarme, pero necesita tiempo. Eso les lleva a hacer movimientos que son confusos. Un día piden a Barcina que dimita y convoque elecciones, y otro la apoyan para que en Caja Navarra no se investigue absolutamente nada.
¿Qué le contesta a la apelación de Roberto Jiménez de articular una mayoría social progresista, eso sí, sin EH Bildu?
Es una propuesta que se debe a un pugilato PSN-EH Bildu por tener el liderazgo de la oposición. Desde ese punto de vista, creo que ambos están fijando bloques en los que uno excluye al otro y viceversa. Geroa Bai, por el contrario, defiende que debemos hablar todos con todos y generar puentes de confianza, porque aquí no sobra nadie, ni PSN ni EH Bildu ni Izquierda-Ezkerra ni Geroa Bai. Debemos esperar a que la ciudadanía hable y nos ponga a cada uno en nuestro sitio.
Tras su expulsión de Nafarroa Bai el año pasado, ¿cómo es la relación en este momento de Geroa Bai con el resto de fuerzas abertzales?
En lo personal es cordial y en lo político, en la medida que percibimos una oportunidad histórica, pensamos que es un reto que tenemos que asumir con responsabilidad. Debemos mirar al futuro, olvidarnos del pasado y de posibles reproches. Eso no toca. El cambio de ciclo abre una posibilidad efectiva de cambio de gobierno, pero toda la oposición tenemos que trabajar bien esa oportunidad.
¿Geroa Bai tiene vocación de continuidad?
Sí. El tiempo lo dirá pero ahora mismo no tengo ni un 0,1% de duda sobre la continuidad de este proyecto. Como PNV estamos contentos y cómodos en Geroa Bai, ilusionados y empujando al máximo. Mi percepción es que los demás socios están en esa misma posición. Con toda seguridad vamos a presentarnos como coalición Geroa Bai a las elecciones generales y también a las municipales y forales.
¿Tiene demasiada dependencia Geroa Bai de Uxue Barkos?
Uxue es un activo muy importante de la coalición. Así nos lo dicen todos los sondeos de opinión y somos conscientes de ello. Desde que nació Geroa Bai, que fue hace poquito, en octubre de 2011, obligados como estábamos a crear un proyecto a la carrera por las elecciones generales de aquel noviembre, se ha hecho un trabajo muy potente de estructuración organizativa, con implantación local en muchas localidades, con creación de grupos sectoriales, generando nuevas caras y cohesionando a todos los socios. Siendo cierto que Uxue es un activo muy importante, yo diría que el impacto suyo personal es menor que cuando empezamos, lo que es lo razonable. Todos estos aspectos hacen que Geroa Bai sea mucho más que Uxue, aun reconociendo su enorme aportación.
¿En esta apuesta inequívoca, el proyecto del PNV en Navarra no queda algo diluido?
Creo que no. El PNV está haciendo, como siempre, una apuesta estratégica a largo plazo, generosa, en la que pone encima de la mesa su mejor saber hacer, sus personas, recursos y posibilidades, junto con los otros socios que tenemos en el proyecto, y creando una alternativa que responde a la sociología de Nafarroa. Es verdad que con motivo de la escisión el PNV sufrió en su carnes como institución y que la izquierda abertzale ha pensado que Nafarroa era su coto. El proyecto NaBai nació como una primera necesidad de no estar divididos. No nos arrepentimos de apostar en su momento por NaBai y tampoco de haber apostado luego por Geroa Bai. Estamos absolutamente satisfechos de lo hecho. Es claro que en Nafarroa se están marcando dos espacios en el espectro abertzale, el de EH Bildu y el del nacionalismo moderado, cívico, institucional y respetuoso con la identidad y las instituciones de Nafarroa, donde están el PNV y también otras personas. Creo que es bueno que tengamos una marca única.
¿Qué balance hace de su primer año al frente del NBB?
Hemos trabajado internamente en consolidar Geroa Bai y en transmitir a la ciudadanía un perfil de confianza y de credibilidad, de que queremos gobernar y de que la ciudadanía se puede fiar de nosotros. Desde el nuevo NBB estamos tratando de implicar mucho a las juntas locales. De hecho, puedo decir con satisfacción que la afiliación al PNV ha crecido este año. Así que estoy razonablemente satisfecho por lo realizado este año.