El líder del PP se agarra a que en julio hubo 68.500 parados menos
aunque solo le dedicó diez minutos, recopiló 'brotes verdes' económicos para evitar el cariz monográfico
vitoria. El encuentro en el Senado, con el Congreso en obras, estaba predestinado a que Rajoy se aferrara a datos económicos para eliminar el carácter monográfico de la sesión y gestar una especie de Debate sobre Política General al que la oposición no estaba dispuesto. Como dijo en persona, "lo que interesa a los ciudadanos". Tardó cinco minutos en entrar en materia y airear sus particulares brotes verdes. No solo exhibió la EPA reciente del segundo trimestre, "el mejor de la crisis para el empleo", sino que adelantó algunas cifras del paro registrado por los Servicios Públicos de Empleo en julio, que se publicarán hoy. Rajoy desveló que, entre marzo y julio, el número de parados registrados habría descendido en 340.000 personas, "2.250 parados menos al día", lo que implicaría que el paro registrado bajó en unas 68.500 personas el mes pasado.
Concedió al menos "el peso de la estacionalidad" aunque echó mano de otros "indicios alentadores" para sostener que la situación económica "ha mejorado". Su incursión en este terreno fue limitada, apenas diez minutos. Eso sí, no dejó pasar la ocasión de recordar que la recesión "está a punto de acabar", tras caer el PIB un 0,1% en el segundo trimestre, que los datos de la balanza exterior siguen aportando buenas noticias, que la economía española ya ha dejado de endeudarse con el resto del mundo, o que la prima de riesgo ha descendido en el último año, aunque escondió protagonismo a la intervención del Banco Central Europeo. Evitó referirse asimismo a que ahora las diferencias con otros países europeos residen en el acceso al crédito, mucho más costoso en el Estado español. Tampoco recordó que el propio Gobierno, hace dos meses, reconoció que lo que aguarda es una recuperación económica anémica, con tasas de crecimiento por debajo del 1% en toda la legislatura y tasas de paro que no bajarán del 25%.
Con todo, se congratuló de que todo esto muestra que "hasta en el aspecto más cruel de la crisis", el paro, la situación va mejor y la economía "no va bien, pero va mejor". "No podemos considerar esto como un triunfo, pero sí como un indicador de que el viento en la economía está cambiando", se felicitó, apelando a la oposición a que no desestabilice.