Vitoria. El mayor moroso de Amvisa es el Ayuntamiento de Vitoria. Su deuda ha alcanzado los 8,385 millones de euros por no pagar las facturas del agua desde el año 2008. Mal ejemplo para la ciudadanía, aunque al fin ha decidido reconducirse. Tras la advertencia del interventor y la presión del PNV, el equipo de gobierno ha elaborado un programa fraccionado de pagos para devolver toda esa cantidad en un plazo de ocho años. La previsión es que el plan para saldar cuentas sea aprobado hoy mismo en el Consejo de la sociedad municipal, representado por todos los grupos del Consistorio, para comenzar a ejecutarlo en un año.

El calendario establece la devolución de un millón de euros el 31 de julio de 2014. Una operación que se repetiría en igual cantidad y fecha hasta 2020. Y en 2021, se finiquitarían los 1.385.551 restantes. "La situación que se lleva arrastrando desde cinco años no era razonable. Si particulares y empresas pagan, el Ayuntamiento también debe hacerlo, además de que es importante que Amvisa sea una sociedad solvente para dar buen suministro a la ciudadanía y hacer frente a posibles eventualidades", subrayó la portavoz del PNV en el Consejo, Blanca Guinea. Su partido fue insistente durante esta legislatura en la necesidad de resolver la deuda pendiente, que ha seguido acumulándose hasta junio. "Por eso, además de saldar cuentas, a partir de ahora se empezará otra vez de cero a pagar todas las facturas, de entre 5 y 6 millones al año", matiza.

La pega de cumplir ahora las obligaciones pendientes en vez de haber hecho bien las cosas en su momento es que al final lo que el Ayuntamiento gasteiztarra devuelva serán algo más que esos 8,385 millones de euros. Según informó la concejal nacionalista, el interventor advirtió ayer mismo de que la Administración tendrá que pagar a Amvisa "un pequeño porcentaje de interés", en torno al Euribor, por saldar la deuda a lo largo de varios años. Un castigo acorde a la morosidad del Consistorio, cuya estimación económica se podrá conocer hoy en el Consejo.

Seguramente el Ayuntamiento se lo pensará mejor la próxima vez que tenga la tentación de aprovecharse del superávit de esta sociedad municipal. Pese a la deuda contraída, Amvisa continúa siendo el ente más saneado del entramado local. En el último ejercicio, por ejemplo, esta empresa obtuvo beneficios superiores a seis millones de euros. Tan tentadores resultan los excedentes que el Consistorio no sólo ha estado arrastrando una deuda pantagruélica desde la pasada legislatura, sino que en la época de vacas flacas también ha sacado dinero de la hucha de este organismo para cubrir diversos gastos. Este año, sin ir más lejos, ha transferido 3,9 millones.

Semiprivatización olvidada Además, el Gabinete Maroto llegó a plantear la venta del 49% de Amvisa para dar oxígeno a la delicada situación económica del Consistorio en este túnel sin luz. La iniciativa no salió adelante al no contar con el apoyo de ningún grupo de la oposición y tampoco parece que vaya a replantearse. "El PP sabe que no tiene mayoría en el Pleno para aprobar la operación y no creo que vuelva a poner esta propuesta sobre la mesa", opinó Guinea. El equipo de gobierno aseguró que se podrían sacar 40 millones de euros con la semiprivatización de la sociedad municipal, pero las demás formaciones -socio presupuestario incluido- dejaron patente desde el principio su rechazo a este planteamiento. Entre los argumentos en contra, advirtieron del peligro de perder el control de una empresa que es clave en la ciudad y modélica en Europa, la posibilidad de que subiesen los precios del agua -aunque los populares dijeron que jamás sucedería- y el riesgo de que se evaporasen las actuales ayudas que concede el Gobierno Vasco.