Vitoria. Como cada vez que la gravedad de un accidente de tráfico impide a la Policía Municipal contar con un testimonio fiable y clarificador, ayer volvió a solicitar la colaboración ciudadana para tratar de esclarecer lo ocurrido el pasado viernes en el barrio de Gazalbide, cuando supuestamente un vehículo -aún sin identificar- arrolló a un ciclista de 30 años, causándole heridas de gravedad que obligaron a su ingreso inmediato en el hospital de Txagorritxu, informaron fuentes municipales. Al parecer, según estas mismas fuentes, el accidente ocurrió al mediodía, sin embargo dado el delicado estado de salud del joven -fue sedado y operado con urgencia-, la Policía no puede acceder a su testimonio, por lo que hasta ayer desconocía las circunstancias en las que se produjo el fatal accidente. La única pista que hasta ahora maneja la unidad encargada de la investigación es que el ciclista salió de su casa en el barrio Gazalbide (zona Txagorritxu) sobre las 13.45 horas para probar la nueva bicicleta de montaña que había adquirido recientemente y a las 15.30 horas, menos de dos horas después, ingresaba en el hospital Txagorritxu con graves lesiones, lo que provocó un traslado de urgencia por parte de los servicios facultativos al hospital de Santiago, donde fue intervenido quirúrgicamente y aún continúa ingresado. Según la información de la Policía, en el momento del atropello el ciclista vestía pantalón negro holgado, de media pierna, y camiseta blanca. Portaba a la espalda una mochila y conducía una mountain bike roja y negra.
El caso acaecido el pasado viernes guarda cierto paralelismo con el registrado también en Vitoria hace unos meses, concretamente en la intersección de las calles Portal de Gamarra y Artapadura. Entonces, un ciclista de 75 años falleció a primera hora de la mañana después de colisionar con un todo terreno en circunstancias poco claras que obligaron entonces a la Policía a solicitar la ayuda de testigos para tratar de esclarecer los hechos. El ciclista falleció a los pocos minutos del impacto, a pesar de que los servicios médicos desplazados de urgencia trataron de reanimarlo sin éxito. Por su parte, el conductor del todo terreno dio negativo en las pruebas de alcoholemia, pero positivo en la de tóxicos. Sin embargo, la exploración practicada por el médico forense concluyó que no estaba incapacitado para conducir.
Bronca 'ortopédica' En otro orden de cosas, la Fiscalía provincial de Álava pide un año y diez meses de cárcel para un hombre de 44 años que retorció el pulgar a un ertzaina cuando estaba detenido porque el agente le obligó a entregarle su pierna ortopédica mientras estuviera en los calabozos. Además, solicita una multa de 400 euros por dos faltas contra el orden público y una indemnización de 2.865 euros por las lesiones ocasionadas al ertzaina y 1.500 euros por las secuelas que le dejó, ya que el agente tardó en curarse 88 días y perdió 20 grados de flexión en la articulación herida.
Los hechos tuvieron lugar el 14 de marzo de 2012 cuando el acusado, con antecedentes por delitos de robo, se encontraba dentro de un portal en la calle José Mardones, que se negaba a abandonar. Agentes de la Ertzaintza le identificaron y consiguieron que saliera del portal pero en ese momento les llamó "gilipollas, maricones", empujó a uno de ellos y le lanzó un corta-uñas. Los agentes le detuvieron y le trasladaron a comisaría, momento en el cual pidieron al delincuente que les entregara su pierna ortopédica izquierda por motivos de seguridad, a lo que éste se negó y empezó a forcejear con los ertzainas. Durante la pelea, el acusado agarró y retorció el dedo pulgar derecho a un agente, a quien le insultó en repetidas ocasiones, siempre según la versión policial. Como consecuencia del forcejeo, el agente sufrió un esguince y necesitó inmovilizar el dedo, tomar antiinflamatorios y estuvo incapacitado una semana. El juicio se celebrará la próxima semana en el Juzgado de Instrucción número 4 de Vitoria.