BILBAO. El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha apelado, de nuevo, a lograr un acuerdo "ético y democrático básico sobre convivencia" en el que puedan participar las cuatro grandes formaciones políticas en Euskadi --PNV, PSE-EE, PP y EH Bildu-- y ha añadido que "ningún proyecto político ni amor patrio ni razón de Estado" puede anteponerse a los derechos humanos.

Urkullu ha hecho esta reflexión en el Palacio foral de Bilbao, donde ha participado en el acto de entrega del premio "Ilustres de Bizkaia" a "todas las víctimas". El PP no ha asistido porque, según ha explicado, en la iniciativa aprobada en Juntas Generales de Bizkaia, el reconocimiento era únicamente para las víctimas del terrorismo.

Precisamente, el lehendakari ha sido el encargado de recoger la medalla en nombre de todas las víctimas y quedará depositada en el futuro Instituto de la Memoria.

En su discurso, Urkullu ha asegurado que "ninguna idea, ningún proyecto político, ningún amor patrio y ninguna razón de Estado" pueden "anteponerse al núcleo intangible de los derechos humanos". Según ha indicado, ese será su "principio rector" para el futuro y el mensaje que han querido compartir con esta medalla. "Esta es la idea que queremos depositar en el Instituto de la Memoria y la Convivencia", ha añadido.

Urkullu ha recordado que el Gobierno vasco ha presentado un Plan de Convivencia que busca el "consenso" y se orienta "en una idea central y en una aspiración necesaria y posible que es desde la memoria llegar a un acuerdo ético y democrático básico sobre convivencia".

Según ha destacado, ese acuerdo debería contar con la participación de las cuatro grandes formaciones políticas. "Es necesario, es posible, es el gran reto de nuestra generación, el primer paso es clarificar el pasado, el fin de ETA no puede acompañarse de una historia justificadora de su violencia ni tampoco de la minimización de ninguna vulneración de derechos humanos". En este sentido, ha asegurado que las víctimas del terrorismo merecen "recuerdo, reconocimiento y reparación".