Vitoria. Isaac Newton dijo que todo lo que sube tiene que bajar. Tal vez la máxima sobre la ley de la gravedad incluía el fenómeno green. Los datos recopilados por Eustat sobre turismo en el mes de junio en Álava no pueden ser más elocuentes. Mucho es lo que ha caído respecto al mismo periodo del año anterior: los visitantes, las pernoctaciones y la ocupación de los alojamientos. Un triplete que la convierte en la provincia de Euskadi con la curva más descendente. Y eso que los hosteleros vitorianos afirman que si algo les salva es el visitante, quizá ya es poco lo que piden para conformarse.

Desde luego que la climatología no ha ayudado, porque pocos junios se recuerdan tan endiabladamente lluviosos, pero la caída de Álava ha sido la más dura. Las pernoctaciones se redujeron un 15% en nuestro territorio, quedándose en 52.051, mientras que en Bizkaia lo hicieron un 11,4% y en Gipuzkoa tan sólo un 0,2%. En el caso concreto de los alojamientos rurales, se mantuvo mejor el tipo tanto en comparación con la ciudad como con el resto de la CAV, ya que mientras en Bizkaia las estancias disminuyeron un 29,5%, en Álava y Gipuzkoa los descensos fueron del 11,5% y el 10% respectivamente.

La entrada de viajeros siguió un ritmo parecido al de las pernoctaciones. En nuestra provincia se contó un descenso del 16,4% durante el mes de junio, lo que supone un total de 28.521 visitantes, tan sólo 8.000 más que en febrero. Para más inri, aunque a nivel de Euskadi los turistas extranjeros subieron un 4,4% respecto al mismo periodo del año anterior, en Álava la tónica fue la contraria. Los foráneos cayeron un 10,4%, si bien fue más significativa, del 18,6%, la bajada de viajeros procedentes de otras comunidades autónomas.

Inevitablemente, si bajaron las entradas de viajeros y las pernoctaciones también lo hizo el grado de ocupación de los hoteles. Mientras que en junio del año pasado se llenó el 51,7% de las habitaciones, esta vez se completó el 48,3%. Eso sí, al menos hay un dato que no sólo no ha empeorado sino que ha mejorado ligeramente: la duración media de estancia, que pasó de 1,79 a 1,83 días.