bilbao. La comisión del PNV y PSE que negocia la reforma fiscal comienza a barajar en serio la posibilidad de que la rúbrica del acuerdo pueda demorarse hasta septiembre. La negociación pasa por una de sus fases más complejas, según se pudo constatar en la reunión del pasado jueves, ya que de hablar de la filosofía de los puntos principales de la reforma se ha pasado a discutir el detalle, que se plasma en papeles que luego cada delegación debe analizar y dar el visto bueno.

A la dificultad de acordar la letra pequeña de una materia ya de por sí compleja se suma la cercanía de agosto, que ralentizará el avance de las negociaciones. No obstante, ambas partes confirman que siguen trabajando a buen ritmo, aunque quizá no a la velocidad que permita rubricar el pacto sobre fiscalidad este mismo mes, el escenario ideal para una tramitación holgada de la reforma en las respectivas Juntas Generales.

Según el cálculo de los negociadores, una vez firmado el acuerdo en septiembre por la comisión política integrada por los representantes al más alto nivel de PNV y PSE, se precisarán entre 40 y 45 días para tramitar la reforma fiscal en las Cámaras forales. Todo ello para que dé tiempo a que la nueva normativa fiscal entre en vigor el 1 de enero de 2014 y de que se puedan elaborar los Presupuestos de la CAV de ese año con la nueva previsión de recaudación. Hay que tener en cuenta que para el plácet de las Juntas Generales en Araba y Gipuzkoa, donde PNV y PSE no tienen mayoría, necesitarán contar además con el apoyo de EH Bildu o del PP.

Tampoco habría problema para llegar a tiempo al Consejo Vasco de Finanzas que se suele convocar a mediados de octubre, porque aunque en esa fecha falte por pasar el trámite de las Juntas Generales, Gobierno vasco y diputaciones ya conocerán el contenido del acuerdo fiscal, con el que hacer las cuentas de recaudación ajustadas a la nueva fiscalidad.

El mensaje de ambas delegaciones -integradas por Ricardo Gatzagaetxebarria, José María Iruarrizaga y Pilar Martínez de Salazar, de parte del PNV, y por Iñaki Arriola, Javier Lasarte e Iñaki Egaña, en representación el PSE- incide en que la negociación "va bien" pero que en ocasiones "se atasca" en los detalles, en cómo plasmar algunos de los puntos esenciales de la negociación, como la interconexión de datos de las haciendas forales o el papel del Parlamento vasco en la discusión fiscal. Algo similar a lo que está ocurriendo con las figuras impositivas del IRPF y del Impuesto de Sociedades.

Con todo, nada está escrito y bien pudiera pasar que un acelerón en la negociación las próximas dos semanas podría zanjar el acuerdo en julio. Por lo pronto, la semana que viene volverá a reunirse la comisión que debate sobre fiscalidad, al igual que la que aborda la reactivación económica y planes de empleo, que va pareja a la primera. El debate sobre la arquitectura institucional y las políticas públicas tiene un plazo más largo para su andadura.