el desapego hacia el euskera del Gobierno foral en manos del PP es de sobra conocido por la sociedad alavesa. No tanto las palabras, sino los hechos, han demostrado ya en numerosas ocasiones que la promoción y el fomento de la lengua vasca no se encuentran entre las prioridades de Javier de Andrés, que desde que accedió al Palacio de la Provincia hace ya dos años ha disminuido progresivamente las partidas económicas destinadas a este ámbito. Si bien es cierto que, debido a la crisis, la tijera ha afectado a prácticamente todas las áreas en las que la Diputación tiene competencias, el euskera ha sido una de las más perjudicadas. Unas pocas cifras sirven para comprobarlo.

El último Presupuesto aprobado por el anterior Gobierno de Xabier Agirre, el del año 2011, destinó a las políticas de euskera un total de 1,27 millones de euros, también en plena debacle económica. Estas Cuentas con las que el PNV despidió su legislatura reservaron, por ejemplo, casi 300.000 euros al programa de promoción de la lengua en las cuadrillas y los ayuntamientos del territorio, otros 70.000 al aprendizaje y la sensibilización o 245.000 más a la red de técnicos de euskera presentes en la zona rural de la provincia, una herramienta creada por el propio Ejecutivo jeltzale dos años antes.

En el ejercicio siguiente, con el PP ya en el Gobierno, la dotación económica para las políticas de euskera en sus primeros Presupuestos -pactados con el PSE- sufrió una merma considerable, de casi 250.000 euros, hasta los 1,02 millones. Un descenso del 19,2%. Algunos programas se quedaron a cero y la red de técnicos de las cuadrillas ya sufrió un primer recorte de 12.000 euros. Otras partidas sí que crecieron, como las destinadas al Araba Euskaraz o a las subvenciones para la promoción del uso del idioma de los vascos.

Pero todo fue un espejismo, porque un año después, a finales del pasado 2012, el Ejecutivo foral decidió prescindir de la ya citada red de técnicos de las cuadrillas, que había nacido con el objeto de normalizar el uso de la lengua vasca en todos los rincones del territorio -incluido Trebiño- mediante una estrategia coordinada. En su proyecto de Presupuestos para 2013, a la postre tumbado por la oposición en las Juntas Generales, De Andrés dejó esta partida en cero euros, hiriendo de muerte a una iniciativa vital que, a su juicio, no había cumplido las expectativas.

De forma global, la partida destinada a políticas de euskera se reducía en este proyecto de Cuentas hasta los 506.500 euros, la mitad que en los Presupuestos aprobados el año anterior. Recortes para las publicaciones en euskera, para las actividades destinadas a su fomento, para el programa de promoción de su uso en cuadrillas y ayuntamientos, para Euskaltzaindia...

Finalmente, el pacto con el PNV que permitió dotar a la prórroga presupuestaria de más recursos económicos permitió poner las partidas destinadas a las políticas de euskera al mismo nivel de las Cuentas anteriores, hasta los 1,02 millones de euros. El acuerdo, por tanto, incorporó 521.000 euros adicionales a este campo. La red de técnicos de las cuadrillas pasó de contar con cero euros de financiación a recuperar los 233.000 de los Presupuestos de 2012. De la muerte a la vida, en resumidas cuentas.

las orejas al lobo A pesar de todo, sus impulsores y trabajadores ya han visto las orejas al lobo. El programa seguirá adelante, pero las intenciones del diputado general de eliminarlo de raíz también han quedado sobradamente demostradas. Volviendo a sus inicios, esta red fue impulsada por el Servicio foral de Euskera, que regresaba a la Diputación alavesa tras haber desaparecido durante la etapa del también popular Ramón Rabanera, y aupada por los propios datos de las encuestas sociolingüísticas, que revelaban que por primera vez el número de bilingües estaba a punto de superar al de personas que sólo hablaban en castellano en el territorio. Un momento perfecto para avanzar decididamente en la normalización del uso del euskera.

Leire Sueskun, técnica de la red que ejerce su labor en la Cuadrilla de Rioja Alavesa, cree que los dos objetivos con los que nació este proyecto ya se han cumplido, realizar un diagnóstico de situación de cada comarca para avanzar en esa normalización y coordinarse con el resto de agentes para formar grupos de trabajo. Claro que el objetivo de la normalización no se logra de un día para otro, ni tampoco tiene su reflejo en la calle hasta pasados unos cuantos años. Es un trabajo "a largo plazo", según recuerda Sueskun. De pronto, cuando la red ya se estaba consolidando, los técnicos de la red conocieron a través de las páginas de este periódico que se quedarían sin financiación por mandato de De Andrés. "Fue muy duro, un jarro de agua fría, porque además tuvimos que leer de su boca que la red no había funcionado. Somos gente muy comprometida, que queremos el euskera. Y éste es un servicio necesario", sintetiza la profesional.

De no haberse producido el acuerdo para gestionar la prórroga con medio millón de euros más, Sueskun cree que el proceso de normalización "hubiera dado un gran paso hacia atrás", porque necesita "todos los apoyos". Gracias al trabajo de la red de técnicos, por ejemplo, el idioma ha tenido cada vez más presencia en el ámbito de la Administración pública. De hecho, prácticamente todos los ayuntamientos alaveses cuentan ya con planes propios de promoción de su uso. Además, se han logrado "sinergias muy importantes" para evitar duplicidades, al configurarse esta red como "pivote" entre las asociaciones, los centros educativos y todos los organismos donde el euskera tiene presencia. En el conocimiento del idioma también se ha avanzado "de una forma increíble" a lo largo de los últimos años, aunque el incremento de su uso en las calles fruto del trabajo de esta red "será imposible de medir hasta dentro de bastante tiempo".

Sueskun, a pesar de que la red ha podido salvar su existencia in extremis, se muestra muy cauta de cara al futuro cercano. "Lo vemos todavía con muchísimas dudas, porque la red puede estar otra vez en tela de juicio cuando llegue el momento de sacar adelante los próximos Presupuestos", asegura. No obstante, no será por "la ilusión y las ganas de trabajar" del equipo de técnicos que integra la red. "La ilusión y el compromiso de todos es enorme, indescriptible. Dentro de este mar de dudas que tenemos, estaremos aquí hasta que nos dejen", promete Sueskun. Por suerte o por desgracia, todo dependerá de decisiones políticas.