BURGOS. Ante la cercanía del 6 de julio, fecha en la que está decretado el cierre de Garoña, el presidente del comité de empresa, Alberto César González, recuerda en la carta el compromiso de Rajoy, que les hizo "albergar grandes esperanzas" para que la planta pudiera funcionar más allá de 2013, y que se vieron frustradas por la aprobación de los nuevos impuestos a la energía nuclear dentro de la Ley de Medidas Fiscales para la Sostenibilidad Energética.
El Comité sostiene en la misiva, facilitada hoy a los medios de comunicación, que esas nuevas tasas "cuestionan la viabilidad económica" de Nuclenor y su aplicación puede llevar a la empresa a una situación concursal e incluso "abocarla a su disolución".
Los trabajadores se manifiestan "cansados" ante una situación de incertidumbre que consideran que no se merecen y piden tanto al Gobierno de Rajoy como a la empresa que "encuentren una solución que permita satisfacer los intereses de todas las partes implicadas, manteniendo la viabilidad de la Central Nuclear de Santa María de Garoña"
El presidente del comité de empresa, Alberto César González, señala en la misiva que Nuclenor "mantiene la esperanza de que se le conceda una oportunidad antes de entrar en una situación de irreversibilidad" sobre el futuro de la instalación burgalesa.
El comité indica que la empresa está a la espera de que el Gobierno responda a la petición de un año de prórroga en la "situación actual", es decir, continuar parada como está desde diciembre del pasado año.
En la carta se indica que esa prórroga de un año en parada fría permitiría "mantener la posibilidad de solicitar una renovación" de la autorización de explotación vicente que permitiese continuar en un futuro con la operación de Garoña, teniendo en cuenta que ya se dispone del informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear.