Johannesburgo, 8 jun (EFE).- El expresidente sudafricano Nelson Mandela se encuentra grave pero estable tras ingresar hoy en un hospital por la recaída de una infección pulmonar, mientras Sudáfrica contiene el aliento y le desea una pronta recuperación.

La preocupación en el país austral estalló a primera hora de la mañana, cuando la presidencia de Sudáfrica informó en un comunicado de que Mandela, de 94 años, había sido hospitalizado "en estado grave pero estable".

"Esta mañana en torno a las 01.30 horas (23:30 GMT), su estado se deterioró y fue trasladado a un hospital de Pretoria", afirma la nota.

"El expresidente -señala el comunicado- está recibiendo cuidados expertos médicos y los doctores están haciendo todo lo posible para que mejore y esté cómodo".

"El presidente Jacob Zuma, en nombre del Gobierno y la nación, desea a Madiba (como se conoce popularmente a Mandela en su país) una rápida recuperación, y pide a los medios y a los ciudadanos que respeten la intimidad de Madiba y su familia", añade el comunicado.

Horas después, el portavoz de la presidencia, Mac Maharaj, reiteró el diagnóstico y, en declaraciones al canal televisivo eNCA, precisó que el exmandatario respira por sí mismo, lo que es una "buena señal".

"Madiba es un luchador y, mientras su espíritu siga ahí, él va a estar con nosotros", dijo Maharaj, quien recordó que el expresidente sufre la infección desde sus años de reclusión en prisión durante casi tres décadas por combatir el régimen racista del "apartheid".

La esposa de Mandela, la mozambiqueña Graça Machel, ha acompañado a su marido en el hospital tras cancelar un compromiso en Londres, según confirmó el portavoz.

El expresidente ya hubo de ser ingresado el pasado marzo en un hospital del país por el mismo problema y tratado intensivamente durante diez días, hasta que fue dado de alta el 6 de abril.

Aunque el Gobierno no ha precisado el centro médico que atiende a Madiba, algunos periodistas se concentraron a las puertas de un hospital en Pretoria en el que se sospecha que está el exmandatario, para comprobar qué vehículos entran y salen del edificio, de acuerdo con la agencia de noticias sudafricana Sapa.

Ante la casa de Mandela en el barrio de Houghton, en Johannesburgo, donde había una notable presencia policial, también se concentró un grupo de periodistas pertrechados de cámaras, aunque no se percibía movimiento de gente entrando o saliendo, según Sapa.

Tras conocerse el ingreso de Mandela, las manifestaciones de apoyo y solidaridad se han sucedido durante todo el día en Sudáfrica, donde las redes sociales fueron un hervidero de buenos deseos para tan querido paciente.

El portavoz del gubernamental Congreso Nacional Africano, Jackson Mthembu, le deseó, a través de un comunicado, los "mejores deseos para una rápida recuperación, de manera que sea dado de alta pronto y vuelva al cuidado y la comodidad de su casa".

Con el mismo tono se manifestaron el Congreso Sudafricano de Sindicatos, COSATU, principal central sindical del país, el Partido Comunista de Sudáfrica y la opositora Alianza Democrática.

Asimismo, el consejero delegado de "Proudly South African" (una campaña de promoción de productos sudafricanos), Leslie Sedibe, dijo que Madiba está en sus "pensamientos y oraciones".

"Confiamos en que todos los sudafricanos se unan en este momento para mostrar su apoyo a Madiba y su familia", agregó Sedibe.

Desde el extranjero, el primer ministro británico, David Cameron, usó la red social Twitter para escribir que sus "pensamientos están con Nelson Mandela".

En la localidad oriental de Qunu, donde Madiba pasó su infancia, la noticia de su hospitalización fue recibida con inquietud.

Malunga Mbokodi, que tiene 62 años y vive a un kilómetro de la casa del exmandatario en Qunu, se declaró "conmocionado al escuchar en la radio esta mañana que él estaba de nuevo en el hospital".

A las puertas de la vivienda de Mandela en Johannesburgo, un grupo de niños que volvía de una sinagoga también se acordó del líder "antiapartheid".

"Le deseamos lo mejor. Debe mejorar pronto", comentaron las hermanas Lila y Avia Nossel, de 7 y 3 años, respectivamente.

Nelson Mandela luchó durante 67 años contra el régimen de segregación racial del "apartheid", impuesto por la minoría blanca de Sudáfrica hasta 1994.

Tras pasar 27 años en la cárcel, Madiba fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1993 y se convirtió, un año después, en el primer presidente negro de la historia de Sudáfrica.

Mandela vive entre Johannesburgo y Qunu bajo permanente vigilancia medica.

Su última aparición pública se remonta a la ceremonia de clausura del Mundial de Fútbol de 2010 celebrado en Sudáfrica, que ganó España. EFE