vitoria. La norma que va a obligar a llevar puesto el casco cuando se anda en bici sigue adelante a pesar de la oposición frontal de ciclistas y ayuntamientos, entre ellos el de Vitoria, que consideran necesario este sistema de seguridad en carretera pero no en ciudad. En el lado opuesto, automovilistas y víctimas de accidentes de tráfico ven bien esta medida.

La directora general de Tráfico, María Seguí, aseguró ayer que la DGT no tiene ninguna duda respecto del efecto beneficioso del uso obligatorio del casco para ciclistas en ciudad aunque, dadas las críticas que ha despertado, invita a los grupos parlamentarios a que debatan esta iniciativa en una ponencia específica antes de incluirla en la modificación del Reglamento General de Circulación. Seguí anunció ayer que antes de poder aprobar esta reforma, las Cortes tendrán que estudiar una modificación de la Ley de Tráfico, que será enviada al Consejo de Ministros en breve, y ha propuesto a los grupos parlamentarios que aprovechen esa tramitación para debatir en una ponencia si se debe obligar a usar el casco en ciudad o no.

Los colectivos de bicicleteros no comparten, en cambio, la opinión de la DGT. Tras el revuelo montado en Madrid, más ayuntamientos han firmado en contra de esta normativa. Aducen que si el casco es obligatorio muchos ciudadanos dejarán de desplazarse en bici por la ciudad, con el trabajo que a los municipios les ha costado potenciar su uso como medio de transporte sostenible. En Gasteiz, el debate ha pillado al Ayuntamiento en plena tramitación de la ordenanza de la bici, un reglamento con el que la ciudad se quiere adelantar a la DGT.

El alcalde, Javier Maroto, es optimista y cree que finalmente el uso obligatorio del casco no saldrá adelante por la gran oposición social. De no ser así, la ley estatal obligará a modificar este punto en la ordenanza de Vitoria.