madrid. Miembros del Partido Popular consultados por Europa Press coinciden en expresar su preocupación por la falta de coordinación entre Gobierno y partido, así como por las voces libres de algunos presidentes autonómicos en las últimas semanas con declaraciones o propuestas que se salen o son directamente antagónicos con el discurso oficial.

La solicitud de pedagogía que realizó la pasada semana Mariano Rajoy ante la cúpula del PP es una exigencia que comparten muchos parlamentarios del partido, que en las últimas semanas se vienen quejando en privado de la necesidad de que los ministros se vuelquen en la explicación de las reformas por toda España.

El desgaste del Gobierno que recogen las encuestas cuando se está llegando al ecuador de la legislatura ha hecho crecer el nerviosismo en las filas del PP, que temen que las duras medidas que está tomando el Ejecutivo puedan empezar a pasarles factura en las urnas, que tendrá las europeas del próximo año como primer examen.

Además, los cargos consultados advierten de que las negativas previsiones económicas que ha presentado Mariano Rajoy, con una tasa de paro que no bajará del 25% en toda la legislatura, han encendido las alarmas en muchos feudos del PP, ante la posibilidad de que pueda traducirse en una fuerte pérdida de votos en las autonómicas y municipales de 2015.

Para ello, las fuentes consultadas consideran que debe mejorarse la coordinación entre partido y Gobierno, redoblando la labor explicativa de por qué se están realizando ajustes y dejando claro que la "herencia" ha obligado a tomar duras medidas, como la subida de impuestos. "Hay una desconexión entre partido y Gobierno", se queja un veterano parlamentario, que recuerda que eso no ocurría en la época de José María Aznar. No es la única voz que apela con nostalgia a los maitines que cada lunes organizaba el expresidente entre Génova y Moncloa para consensuar la estrategia semanal.

Los dirigentes consultados coinciden en que la labor explicativa de las duras medidas debe pilotarla el Gobierno, contando con todo el respaldo del partido. "Quien tiene la llave de la casa es el Gobierno, que tiene esa responsabilidad de coordinación y que también debe repartir juego", resume uno de los cargos consultados.

En las filas del PP se critica también que en este momento el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, haya abierto "otro frente" con la reforma del aborto al defender públicamente la supresión de la malformación del feto como supuesto para abortar. También hay preocupación por las declaraciones de algunos presidentes autonómicos del PP ya que, según las fuentes consultadas, en las últimas semanas ha dado la sensación de que van por libre y creen que hay que poner orden. Tal es el caso del presidente de Extremadura, José Antonio Monago, anunciando bajada de impuestos o criticando abiertamente el déficit a la carta, o las palabras del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, admitiendo que el Gobierno no tiene "relato" ante la crisis.

Por su parte, el vicesecretario general de Política Autonómica y Local del PP, Javier Arenas, aseguró ayer que en el PP hay "unidad" en torno al proyecto reformista de Mariano Rajoy y los "matices" que puede haber en las opiniones de algunos barones regionales no suponen "ningún problema para el futuro". Aseguró que los populares han "cultivado" siempre la unidad, pero nunca han buscado la "uniformidad".