GASTEIZ. Iñigo Urkullu ha iniciado esta misma mañana los contactos con las formaciones políticas y con las diputaciones generales y la Asociación de Municipios Vascos -Eudel- para cuadrar las fechas de las dos mesas de trabajo que va a impulsar con el objetivo de lograr un acuerdo de estabilidad para la reactivación económica y el empleo.
Fuentes de Lehendkaritza han confirmado a Efe que la intención del lehendakari es que estos dos encuentros puedan fijarse para esta semana o la próxima y que el primero de ellos siente en una misma mesa al Gobierno vasco, a los diputados generales de Bizkaia, José Luis Bilbao (PNV), de Gipuzkoa, Martin Garitano (Bildu), y de Araba, Javier de Andrés (PP), y a la presidenta de Eudel, Ibone Bengoetxea (PNV).
La segunda mesa estaría conformada por el Gobierno Vasco y los representantes de los grupos parlamentarios, PNV, EH Bildu, PSE-EE, PP y UPyD.
Urkullu lanzó su oferta para la búsqueda de un acuerdo de estabilidad el pasado viernes en la Cámara de Gasteiz, una semana después de que su Gobierno retirara del trámite parlamentario el proyecto de presupuestos para 2013, ante la imposibilidad de que saliera adelante ya que todos los grupos de la oposición pedían su devolución en sus respectivas enmiendas a la totalidad.
Así, el Gobierno vasco funcionará este año con los presupuestos prorrogados de 2012, aunque la posible flexibilización del déficit para las comunidades autónomas en 2013, que pasaría del 0,7 % previsto al 1,2 % del PIB si así lo autoriza la Unión Europea y el Estado español, reportaría a las arcas vascas unos 330 millones de euros más de los previstos gracias a una mayor capacidad de endeudamiento.
En un principio el lehendakari ofertó un pacto de estabilidad exclusivamente al PSE-EE y al PP excluyendo así a EH Bildu por las diferencias "insalvables" en cuanto al modelo social y económico, y a UPyD, por su rechazo "claro y transparente" a la "esencia del autogobierno vasco".
Pero cuatro días más tarde, Urkullu, durante una comparecencia el pasado viernes en la Cámara autonómica para presentar su programa de gobierno, extendió su oferta de estabilidad a todos los partidos del arco parlamentario y a las principales instituciones de Euskadi.
Esta oferta se materializará en las dos reuniones que hoy está preparando el Gobierno Vasco, una conjunta con los representantes institucionales y otra con los partidos.
El lehendakari ha circunscrito estos acuerdos a seis puntos que ya adelantó a los grupos en un documento que les entregó durante la fallida negociación presupuestaria y no incluye cuestiones relacionadas con la paz y convivencia ni con el autogobierno.
Así, el Ejecutivo vasco plantea "acordar" una reforma fiscal en la que se modifiquen el IRPF, el Impuesto de Sociedades y se incluyan las nuevas figuras impositivas aprobadas a finales del año pasado, entre ellas la de juego y energía, así con un plan integral de lucha contra el fraude tributario.
También propone crear un fondo extraordinario de reactivación económica dotado con 200 millones de euros este año y otro fondo especial para el empleo (40 millones) destinado a parados de larga duración, a jóvenes y a los perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos.
Además, pide consensos en torno a un plan de mejora de la competitividad y de apoyo a los emprendedores (5 millones) y para reducir un 25 % la estructura del sector público vasco.
Todos los partidos de la oposición han expresado ya su intención de acudir a la reunión con Urkullu aunque el más proclive a llegar a acuerdos es el PP, formación con la que, no obstante, el PNV no llega a la mayoría en el Parlamento.
Pero incluso los populares tienen en esta ocasión la "sensación" de que Urkullu busca "ganar tiempo" para lograr un acuerdo con el PSE-EE, partido que, por otra parte, ha reconocido que nunca formará parte de un pacto en el que esté el PP por su política de recortes y privatizaciones.
EH Bildu, por su parte, ha reconocido que las posibilidades de acuerdo son remotas porque la coalición defiende un cambio de modelo económico contrapuesto al que plantea el PNV, mientras que UPyD ve también insuficientes las medidas propuestas por el lehendakari.
Urkullu se enfrenta así a una nueva ronda de contactos con los partidos desde su investidura como lehendakari, tras las celebradas sobre gobernabilidad, fiscalidad y presupuestos, para conseguir apoyos estables que le permitan gobernar en lugar de depender de la "geometría variable" del Parlamento.