MADRID. FUCI ha informado hoy de que esta cifra supone una reducción del 16,8 % con respecto a datos del año pasado, cuando se gastó de media en torno a los 2.125 euros por comunión, por lo que este desembolso continúa sufriendo una tendencia a la baja desde el año 2010.
El presidente de FUCI, Gustavo Samoya, ha considerado que la "grave" situación económica que atraviesa España ha obligado a bajar los precios de los vestidos y banquetes, puesto que muchas familias deciden aplazar la comunión o hacer una pequeña celebración en casa después de la ceremonia ante la escasez de recursos.
El principal gasto de esta celebración es el banquete, que representa más de la mitad del coste total (1.200 euros), rondando el precio por comensal, en comuniones de treinta personas, entre los 30 y 50 euros en función del restaurante y menú elegido.
El gasto en animadores infantiles, que se había convertido en una costumbre en estos eventos, según FUCI, es el que más se ha reducido del presupuesto (44 %), debido a que muchos restaurantes han decidido incluirlos como oferta en los banquetes.
En cuanto a la vestimenta, los trajes de niño rondan los 80 euros, mientras que el de las niñas es un poco más caro, unos 130 euros, cantidades a las que habría que añadir además el gasto en zapatos, complementos y peinado.
La FUCI ha indicado que para la compra de obsequios y recordatorios las familias buscan artículos que ronden el euro la unidad.
Por otro lado, el reportaje fotográfico y de vídeo rebaja su precio en un 8 %, estableciendo su coste en torno a los 230 euros de media.
El estudio analiza también el gasto de estas celebraciones en función de la comunidad autónoma, observándose importantes diferencias económicas.
La región más cara es la Comunidad de Madrid, con un coste cercano a los 2.527 euros por comunión, seguida de Cataluña y Valencia, con 2.453 y 2.398 euros, respectivamente.
En el otro extremo se sitúan Canarias o Extremadura con 1.025 y 1.084 euros, respectivamente, lo que supone menos de la mitad de gasto.
Samayoa ha recomendado a los consumidores visitar varios establecimientos, comparar precios, asegurarse de si se incluyen en el precio todas las bebidas y, además, comprobar si hay algún tipo de servicio adicional, como animación o zona de juegos.
Por último, ha recordado la importancia de pedir la factura para tener un justificante en caso de que fuera necesario hacer alguna reclamación.