Bilbao. El nuevo tiempo que se vive en Euskadi tras el anuncio del cese de la actividad de ETA tendrá un nuevo blasón el próximo sábado. Ese día, Gesto por la Paz celebrará en Bilbao su XXV Asamblea General, esta vez con carácter extraordinario, donde se debatirá la opción de poner fin a su singladura.

La entidad pacifista hizo público ayer un comunicado en el que se señalaba que la opción de cesar como organización es algo que venían estudiando desde el 20 de octubre de 2011, fecha en la ETA anunció el cese de la violencia. A lo largo de estos 18 meses, Gesto ya había barajado en varias ocasiones poner fin a sus actividades de rechazo a la violencia, pero todo hacía indicar que los dirigentes de la entidad pacifista estaban a la espera de ver cómo evolucionaba el proceso emprendido por la organización armada. Ahora, tras año y medio sin actividad, y pese a que en los últimos días se han producido ataques a algunas sucursales bancarias -la última en Amorebieta-, todo hace indicar que el proceso no tiene vuelta atrás, lo que ha llevado a Gesto por la Paz a tomar la decisión de finalizar su andadura.

La intención de los responsables de Gesto es que si el sábado deciden poner fin a su actividad, y todo apunta en esa dirección, plantearán la convocatoria de un acto abierto a toda la ciudadanía, en lo que sería la despedida de la sociedad civil a esta organización. Este acto tendría lugar el 1 de junio.

tres décadas Gesto por la Paz acumula una andadura de casi tres décadas. Fusionando el original Gesto por la Paz de Bizkaia y la Asociación por la Paz de Euskal Herria -con más base social en Araba y Gipuzkoa- nació la Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria en 1986. Cuatro eran los ejes básicos sobre los que se cimentó: concienciar a la sociedad de su responsabilidad en la necesaria respuesta pacífica ante los hechos violentos, incrementar la movilización ciudadana, velar porque la erradicación de la violencia desde las instituciones se inscriba dentro de la legalidad y el respeto a los derechos humanos y fomentar la cultura de la paz entre la ciudadanía.

A lo largo de todos estos años, Gesto institucionalizó las protestas como respuesta a cada muerte por una acción violenta. Así, tras cada atentado que se saldaba con muertes, la organización pacifista convocaba un concentración silenciosa en los municipios de la CAV y Nafarroa, concentraciones que se alargaban por espacio de quince minutos. Según recuerdan algunos de los miembros de Gesto, estas concentraciones suponían todo un arrojo de valentía. "Había veces que el silencio de las veinte personas que estaban en la concentración acallaba los gritos del centenar de personas que teníamos enfrente", señalan. Gesto tuvo también un papel primordial durante el secuestro de José María Aldaia. La coordinadora pacifista popularizó el lazo azul como medida visible de rechazo ante el secuestro del empresario guipuzcoano.

Todo ello quedará atrás a partir del próximo sábado. Los propios responsables de Gesto eran los mas interesados en que llegara este final. Es la señal de que ha acabado la violencia.

Este movimiento pacifista surgió en 1986 como rechazo a las muertes producidas por los atentados de ETA

Tras cada acción violenta que originaba una muerte, Gesto se concentraba quince minutos en silencio