Vitoria. "No es de recibo". Al responsable de solicitar un teléfono 900 para que los vecinos de la zona rural puedan llamar y reservar asiento en los autobuses que van a cubrir el servicio a los pueblos de Vitoria se le olvidó mencionar que tenía que ser gratuito, y le dieron un 902, de pago. Ahora, el Ayuntamiento lleva un mes a la espera de que la compañía le asigne un nuevo número, esta vez sin coste, lo que ha ocasionado un nuevo retraso en la puesta en marcha del transporte público a los concejos. Sin conocer cuál será, los folletos diseñados para la campaña publicitaria esperan en un cajón para ser imprimidos y los buses no pueden de momento ponerse en ruta. Un despiste que tiene de los nervios a la presidenta de la asociación de concejos de Gasteiz y a los propios usuarios, a quienes Tuvisa anunció que el servicio se pondría en marcha en marzo. Han pasado dos meses y lo más probable es que hasta junio no lo esté. "Todos los días llama alguien para preguntar...", dice Miren Fernández de Landa.
Y es que, a pesar de este nuevo retraso, la presidenta de Acovi mandó dar de baja el 902 asignado al principio. "No es de recibo que si ya vamos a pagar 1,5 euros por cada viaje, además tengamos que abonar unos cuantos céntimos más con cada llamada". Aun así, se lo toma con filosofía: "Los de la zona rural ya estamos acostumbrados a esperar", ironiza. De hecho, hace diez años que vienen reclamando una línea de autobús a los pueblos.
Llamar para reservar Cuando finalmente el servicio se ponga en marcha, los usuarios tendrán que llamar al teléfono asignado y decir de qué pueblo son para que el autobús pase a recogerles dentro del horario del servicio. La llamada se puede realizar hasta media hora antes. Una vez que el bus llegue a Vitoria, el chófer les dejará en la parada de Tuvisa que elijan para el transbordo o en su centro de salud de cabecera. Y lo mismo a la vuelta: montarán en una línea de Tuvisa hasta enlazar con el servicio a los pueblos. Los transbordos serán gratuitos, y el bono de diez viajes costará quince euros, un precio superior al que abonan los residentes en la ciudad.
No obstante, Fernández de Landa espera que con el tiempo se pueda negociar algún descuento o tarjeta similar a la mensual de Tuvisa, con la que los viajeros pagan 29 euros y pueden realizar todos los viajes que quieran durante un mes. Para ello, la presidenta de Acovi es consciente de que la prueba piloto tiene que ser un éxito y los vecinos de las entidades locales tienen que volcarse en ello y utilizar a menudo el transporte a la zona rural. Junio, a las puertas del verano, no es precisamente la mejor época, ya que en julio y agosto los usos descienden; también en Vitoria. "Espero que la experiencia esté en marcha al menos durante un año, para que de verdad se puedan sacar conclusiones, y ver el verdadero uso que se hace del servicio, así como las necesidades de la población", apunta Fernández de Landa.
El servicio de transporte a la demanda o Bux -como lo han llamado- cubrirá todos los concejos gasteiztarras a día de hoy sin autobús, que son a los que ahora no llegan los vehículos que gestiona la Diputación.