BOSTON. Los equipos especiales han cubierto entre el 60 y el 70 por ciento del área en la que creen que podría esconderse el fugitivo, declaró en rueda de prensa Timothy Alban, portavoz de la Policía Estatal de Massachusetts.

Para capturarle, las fuerzas de seguridad han puesto en marcha un espectacular despliegue policial con helicópteros, vehículos blindados de los equipos de intervención especial y centenares de agentes y decenas de coches patrulla.

"No ha habido ninguna detención de momento", aclaró Alban, quien anunció que la policía está extremando las precauciones y tiene previsto hacer una explosión controlada en una vivienda de la localidad cercana de Cambridge, mientras continúa peinando una extensa área en las afueras de Boston. La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) confirmó que Dzhokhar Tsarnaev es el segundo sospechoso buscado en relación con la explosión de las bombas durante la maratón de Boston del lunes, que causaron tres muertos, entre ellos un niño de 8 años, y 176 heridos. El cerco a Tsarnaev comenzó después de una persecución nocturna durante la cual murió su hermano Tamerlan, de 26 años, ambos de origen chechén.

Al parecer, sus familiares entraron en Estados Unidos como refugiados, pero Dzhokhar obtuvo hace un par de años la ciudadanía estadounidense.

El gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, pidió a los ciudadanos de Boston que permanezcan en sus casas y no dejen entrar en sus viviendas a nadie que no sea un miembro de las fuerzas de seguridad claramente identificado, mientras continúa la búsqueda.

En el despliegue participan agentes de operaciones especiales SWAT (Special Weapons And Tactics) y agentes del grupo K-9, entrenados para el manejo de explosivos, afirmó el portavoz de la Policía del Estado de Massachusetts, David Procopio, quien no descartó la posibilidad de que haya explosivos en la zona.

Ruslán Tsarni, tío de los sospechosos y residente en la localidad de Cambridge, pidió públicamente a su sobrino prófugo que se entregue y pida perdón a los familiares de las víctimas de las explosiones.

Tsarni dijo que hacía más de dos años que no veía a sus sobrinos y consideró que los hijos de su hermano Anzor Tsarnáev "han avergonzado a su familia y a toda la etnia chechena". "Los chechenes son gente pacífica", agregó.

El familiar mencionó que es musulmán y enfatizó que él respeta a Estados Unidos. "Amo este país", dijo, porque "da una oportunidad a todo el mundo".

Anzor Tsarnáev, el padre de los dos sospechosos, denunció desde Rusia que los servicios secretos estadounidenses tendieron una trampa a sus hijos por tratarse de "creyentes musulmanes".

"Me enteré de lo ocurrido por televisión. Mi opinión es que los servicios secretos se la han jugado a mis hijos porque son creyentes musulmanes", dijo en una conversación telefónica con la agencia rusa Interfax.

Ruslán Tsarni, tío de los jóvenes, declaró por su parte a la cadena de televisión estadounidense CBS que Tamerlán defendía ideas extremistas, y aseguró al canal local Fox 25 que Dzhojar era un buen estudiante y quería ser médico.

"Temo que su hermano mayor haya podido tener una mala influencia sobre él", dijo el familiar, que le pidió a su sobrino fugado que se entregue.

El fallecido Tamerlán, que según varios medios conservaba material extremista en su cuenta de la red de vídeos youtube, tenía una novia de origen ítalo-portugués convertida al islam.

Otro tío de los dos hermanos, Alvi Tsarni, se mostró incrédulo hoy ante la supuesta responsabilidad de sus sobrinos en el ataque, y recordó que el jueves, antes de que muriera en un tiroteo con la policía, Tamerlán le llamó para reconciliarse con él.

En Boston, mientras tanto, las escuelas, universidades y los negocios permanecen cerrados y el servicio de transporte público ha sido interrumpido.

El toque de queda afecta, además, a las localidades de Waltham, Newton, Belmont y Allston Brighton y Cambridge, un área donde viven 2 millones de personas. El tráfico de taxis ha sido restaurado en Boston para permitir a quienes han ido a trabajar que puedan regresar a sus casas.

"No esperamos que nadie permanezca refugiado en sus lugares de trabajo", dijo Kurt Schwartz, de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA), quien señaló que no ha habido ningún cambio geográfico en la zona de búsqueda.

"Seguimos buscando en la misma área", afirmó.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se mantiene informado de la crisis, y se reunió hoy en la sala de emergencias ("Situation Room") de la Casa Blanca con el vicepresidente, Joe Biden; el secretario de Justicia, Eric Holder; el director del FBI, Robert Mueller, y altos funcionarios responsables de la seguridad nacional.