HOUSTON. "West es un pueblo muy pequeño, tiene alrededor de mil personas que en su mayoría han crecido allí", dijo Perry en conferencia de prensa.
"Esta tragedia ha tocado probablemente a todas las familias, prácticamente a todo el mundo en ese pueblo", agregó.
Perry aseguró que la explosión ocurrida anoche ha dejado "un escenario verdaderamente de pesadilla para esa comunidad", y confirmó que ha firmado una declaración de desastre para el condado de McLennan, donde se encuentra West.
Esa declaración solicita una proclamación de emergencia al presidente Barack Obama, para desembolsar fondos adicionales que permitan hacer frente al suceso.
Obama habló por teléfono con Perry desde el avión que le llevó a Boston, y le ofreció recursos federales para las tareas de recuperación.
"Agradecemos enormemente su llamada y su considerada oferta de apoyo y oraciones" para la localidad, indicó el gobernador republicano.
Perry subrayó que por ahora, "mucha de la información disponible (sobre la explosión) es muy preliminar", y aseguró que las autoridades están "asegurando la zona para mantener la seguridad pública", además de "supervisar la calidad del aire" y mantener una "activa operación de búsqueda y rescate".
Entre 50 y 60 casas de West han quedado destruidas y casi la mitad de los habitantes del pueblo han sido evacuados, según el alcalde de la localidad, Tommy Muska.
BÚSQUEDA DE SUPERVIVIENTES
Los equipos de rescate están trabajando, a pesar de la fría lluvia que cae este jueves, en la búsqueda de posibles víctimas entre los escombros a los que ha quedado reducida la fábrica de fertilizantes en la que se produjo anoche una explosión en West, en Texas, y las viviendas y edificios colindantes. Por ahora, las autoridades hablan de entre cinco y diez muertos, pero también hay varios desaparecidos.
El sargento de la Policía de Waco William Swanton ha señalado en rueda de prensa esta mañana que por ahora se mantiene el balance de entre cinco y quince muertos, si bien ha advertido que es un "número aproximado" ya que sigue sin haber confirmación. Además, "todavía hay bomberos desaparecidos", ha añadido, según informa la cadena ABC.
Según el responsable policial, todavía hay tres o cuatro bomberos voluntarios desaparecidos. La explosión se produjo después de que los equipos de emergencia hubieran acudido hasta la fábrica para extinguir un incendio que se había declarado hacia las 20.00 horas de este miércoles. Un agente que estaba desaparecido ha sido encontrado en un hospital con heridas de gravedad.
Swanton ha aclarado que por ahora las autoridades están centradas en la búsqueda de víctimas. "No tengo una cifra de cuántos han sido rescatados o cuantos cuerpos potenciales han encontrado", ha reconocido.
Por otra parte, el responsable policial ha reconocido que se han producido "algunos saqueos" y ha admitido que es "un motivo de preocupación significativo para nosotros".
"La localidad es segura. Hay numerosos efectivos de seguridad apostados en ella", ha asegurado, aclarando igualmente que "el fuego no está fuera de control y que no ha habido ningún escape químico descontrolado" de la fábrica.
Por ahora, según Swanton, las autoridades están tratando el lugar de los hechos como la escena de un delito. "No estamos indicando que sea un crimen, pero no lo sabemos", ha incidido, explicando que hasta que no se pueda confirmar que es "un accidente industrial, trabajaremos como si fuera la escena de un crimen".
La investigación correrá a cargo de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), que ha enviado a West, una localidad de poco más de 2.000 habitantes, un equipo nacional de respuesta. Según la portavoz de ATF, Franceska Perot, la unidad incluye a investigadores de incendios, expertos en explosivos, químicos y unidades caninas.