donostia. Aunque el año y medio desde que ETA declaró el final de la lucha armada ha podido crear en la sociedad la sensación de que la violencia es un asunto del pasado, Joseba Egibar advirtió ayer de que aún quedan deberes inaplazables para hacer de la paz un escenario definitivo. El presidente del GBB y portavoz parlamentario del PNV opina que frente a la impresión de que "la paz parece cuasiconsolidada" la realidad es que "no es así". Y no es así porque aún falta por desarrollar lo que denominó el "principio ético" de que "no hay nada anterior ni superior a la dignidad humana, la persona y sus derechos". En este sentido, la paz no sólo es ausencia de violencia, según Egibar, sino un objetivo que exige como condición inexcusable "el principio ético que dice que no hay causa política o razón de Estado superior a la dignidad humana". Materializar esa ética es lo que concierne a "instituciones y partidos políticos, un desafío que tenemos que transmitir a la sociedad".

Egibar realizó estas manifestaciones ayer en Donostia, en el acto de presentación del Aberri Eguna que el PNV celebrará el domingo en Bilbao bajo el lema 'Aberri Berria'. La presentación tuvo lugar en el kiosko del Boulevard donostiarra, a escasos metros de donde hace cien años (se cumple el domingo) se inauguró la primera Euzko Etxea en Donostia. Al presidente del GBB le acompañaron, entre otros, la presidenta del parlamento, Bakartxo Tejería, el portavoz del partido en el ayuntamiento donostiarra, Eneko Goia, y el miembro del EBB, Joseba Aurrekoetxea.

triple objetivo La víspera el PNV hizo público el manifiesto del Aberri Eguna poniendo el acento en los tres objetivos que se ha marcado para la legislatura: consolidación de la paz, abordar la crisis y transición hacia un nuevo estatus político. Este triple objetivo se refunde en el lema escogido para el Aberri Eguna de este año, 'Aberri Berria', y que según Egibar "responde a que somos y queremos ser una nueva nación innovadora que haga frente a los desafíos que se le presentan como pueblo".

Y la cuestión nacional es uno de esos desafíos que ha entrado de lleno en la agenda política tanto estatal como europea de la mano de Escocia y Catalunya, realidades que reflejan no solo la existencia de aspiraciones nacionales bajo el manto uniformizador de los estados miembros de la Unión Europea sino también las diferentes recetas que esos mismos estados manejan para abordar este tipo de asuntos. Al igual que Escocia y Catalunya, Egibar subrayó que "la nación vasca" está reclamando también "un estatus de reconocimiento" de su identidad nacional y que supondrá consolidar la "paz política". Para ello, pidió para los vascos "el derecho a decidir como pueblo, qué es lo que queremos ser, y eso es un principio democrático que debe ser respetado y atendido a través de los cauces democráticos". Al respecto, en el manifiesto hecho público el miércoles, el PNV adopta el compromiso de abordar "una estrategia progresiva e integral" para "institucionalizar" el derecho a decidir de los ciudadanos vascos, siempre en el contexto del marco de la UE.

La crisis y el cúmulo de secuelas sociales que está acarreando la grave recesión económica constituye el tercer objetivo del PNV. En este caso, Egibar se refirió a este principio como el de la "paz social" y recordó que son muchos los vascos que adolecen de la "dimensión de la paz personal", como aquellos que "han perdido el puesto de trabajo o quienes han tenido que cerrar una empresa o una tienda". Todos ellos "tienen una falta de paz" cuyo tratamiento exige "salir de la crisis con solvencia cuanto antes".

A juicio del dirigente jeltzale, el desarrollo político y económico de la nación vasca debe incorporar "el componente ético-social" basado en "la justicia y la solidaridad" y que combinados "sean el eje de celebración de este Aberri Eguna".

Una vez más, el Día de la Patria Vasca permitirá visualizar las distintas posiciones de los partidos vascos ante esta jornada. Por un lado, los partidos abertzales conmemorando la fecha por separado y por otro, las formaciones constitucionalistas, en casa completamente ajenas a la celebración. Este hecho no pasó desapercibido para Egibar, que recordó la costumbre de poner el acento en la división abertzale en el Aberri Eguna. En su opinión, no es este el enfoque de observación, sino que la mirada hay que situarla en la de "quienes no celebran el Aberri Eguna y quienes celebramos y proclamamos la existencia de un pueblo, una nación, formada por hombres y mujeres que desde esa conciencia nacional quiere ser dueño de su destino".

Aniversario El domigno, además, se conmemora el centenario de la apertura en la capital guipuzcoana de la primera Euzko Etxea. Eneko Goia se refirió a ello en su intervención y recordó que "ser euskaldun en aquellos tiempos no era fácil, y Donostia era antes del estallido de la Primera Guerra Mundial la ciudad más cosmopolita", acogiendo a buena parte de la aristocracia europea que huía de la contienda. Y aunque han cambido muchos las cosas, "hay una que continúa vigente: los vascos que en todo el mundo celebramos el Aberri Eguna seguimos reclamando una comunidad plural, abierta y solidaria y reivindicamos nuestra identidad con orgullo pero sin arrogancia".