donostia. El viceconsejero de Transportes del Gobierno vasco, Antonio Aiz, manifestó ayer que su departamento entablará "un proceso de relación con las empresas adjudicatarias de los dos tramos de la pasante ferroviaria bajo el centro de Donostia" con el fin de negociar a la baja el dinero que deberá abonar el Ejecutivo como indemnización por rescindir el contrato. Las dos adjudicaciones de obra civil rondan un total de 100 millones de euros, a los que habría que añadir 80 más en el futuro para completar la obra.
En una entrevista en Radio San Sebastián, Aiz añadió que la negociación de las indemnizaciones "no quita para que la responsabilidad que tenga que asumir la Administración también pueda derivar en responsabilidades a terceros", en alusión al anterior equipo socialista, liderado por Iñaki Arriola, que, según dijo Aiz, llevó a cabo los encargos de obra sin todos los trámites precisos finalizados. Aiz consideró que se han podido adjudicar los dos tramos bajo el centro de Donostia "de modo irregular, conscientes de que se estaban adjudicando unas obras sin los trámites pertinentes de disposición de suelos y autorizaciones de otras administraciones, que eran necesarios". El viceconsejero se refería así a la falta de un permiso a Costas para el túnel subterráneo junto a La Concha y a la disposición de suelos municipales, aún sin entregar.
El departamento de Arriola adjudicó la obra civil (es decir, los trabajos de creación del túnel) del tramo Lugaritz-La Concha a finales de septiembre del pasado año y los del túnel La Concha-Morlans, el 5 de diciembre. En junio, el Departamento de Transportes había tomado la decisión de sacar a concurso esta pasante con carácter de urgencia. Ayer, tras las críticas de Aiz, Arriola negó que faltasen permisos y manifestó que las adjudicaciones contaban con todos los informes favorables. Asimimo, acusó al PNV de no querer hacer la obra. Tras la llegada del PNV al Gobierno vasco, el departamento de Ana Oregi elaboró un análisis de la situación y consideró que la ausencia de una autorización de Costas para el tramo desde La Concha a Morlans, hubiera impedido iniciar los trabajos, aún teniendo fondos suficientes. El análisis añadía que este permiso es imprescindible para poder arrancar la obra porque "indudablemente, al no ser dos obras independientes en cuanto a su puesta en servicio", la falta de permiso para uno de los tramos "también tiene su influencia" en el otro.