vitoria. El proyecto de Presupuestos del Gobierno Vasco consigna partidas para alimentar dos programas específicos de reactivación de la economía por un valor conjunto de 850 millones de euros. Se trata de el Plan de Empleo y del fondo de liquidez de pymes, medidas anticrisis que se suman a los capítulos repartidos en la Cuentas que inciden en ese frente. El consejero de Hacienda y Finanzas, Ricardo Gatzagaetxebarria, entregó ayer en el Parlamento el proyecto sobre el que negociarán a partir de ahora los partidos. A la espera de que cada consejero explique en la última semana de este mes los detalles de sus presupuestos, el documento ya ofrece una imagen global del reparto de los 9.316 millones de euros de los que dispondrá el Ejecutivo para su acción de gobierno.

El lehendakari presentará el próximo lunes el plan de estímulo del mercado laboral, que según ha podido saber DNA contará con una dotación económica de 250 millones. Su actuación abarcará toda la lucha contra el paro, con especial atención a los colectivos más desfavorecidos y con mayores dificultades de acceso al mercado laboral: los jóvenes, los mayores de 45 años y las mujeres con cargas familiares, entre otros. Otros ejes destacados serán la formación continua y de los parados, el impulso público en la creación de empresas o un novedoso sistema de becas en el extranjero en empresas vascas con el objeto de retener el talento joven.

Un día después, el martes, el consejo de gobierno aprobará el programa de financiación de circulante para pymes, autónomos y profesionales, que dispondrá de un potencial de inversión de 600 millones de euros. Esos fondos serán clave para que las empresas con menos recursos puedan afrontar el reto de la internacionalización, avanzar en los procesos de mejora de competitividad, lograr nuevos pedidos o simplemente mejorar su liquidez para no tener que tocar puestos de trabajo.

El programa estará abierto a las Entidades de Prestación Social Voluntaria (EPSV) y el Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad no descarta que se sumen a título individual una vez puesto en marcha el mecanismo.

El fondo de empleo y el de circulante son dos referencias positivas en un presupuesto plagado por las huellas de la tijera. Los recortes en gasto de funcionamiento y personal -incluida la disminución de altos cargos- suponen casi 271 millones de euros, el 24% del ajuste.

La cifra se eleva significativamente si se suman partidas de otro capítulo del presupuesto, las transferencias y subvenciones para gastos corrientes, que contemplan tanto la propia acción de gobierno como los recursos destinados a ello: personal, suministros como el agua o la luz o alquileres, entre otros.

equilibrio en el ajuste De este modo, los gastos ordinarios rondan la mitad del ajuste en los Presupuestos del Gobierno vasco para este año. El lehendakari Urkullu avanzó el pasado martes que la distribución del presupuesto guardaba equilibrio entre gasto social -al que se destina el 73,9%- y la reactivación económica, a pesar de la bajada en casi un 11% de los recursos disponibles.

Aun así se reducen apartados sensibles como los fondos destinados a innovación, el programa que potencia el desarrollo de las nuevas tecnologías en la CAV, las ayudas que reciben las familias para la conciliación familiar y los hogares con hijos. No se resentirán en cambio el servicio de Osakidetza y la Educación, los dos principales pilares del Estado del Bienestar. El contrato marco con el Servicio de Salud se reducirá solo un 1%, lo mismo que los programas de concertación educativa. Se mantendrán las ayudas a los más desfavorecidos para evitar que caigan en la exclusión social, entre ellas la Renta de Garantía de Ingresos. Así los recursos de inclusión social del Departamento de Empleo superarán los 350 millones de euros, un 1% más que el año pasado.

La consejería de Juan María Aburto sufrirá una notable caída en sus fondos disponibles de más de casi 278 millones (-25%), pero en gran parte es debido al parón en la construcción de vivienda y a la menor provisión de dinero para bonificaciones a la contratación de trabajadores como consecuencia de la reforma laboral. Así, aunque llama la atención el ajuste en el apartado de Empleo (203 millones, casi el 60%), el principal recorte es precisamente el ahorro en el gasto y en bonificaciones de la Seguridad. Eso también explica en parte la bajada del presupuesto de Lanbide, que baja de 771 a 579 millones, un 25% menos. Los más de 250 millones adscritos al plan de empleo absorberán en gran medida la bajada presupuestaria del conjunto del Departamento.

Pese a las estrecheces de financiación, habrá margen para activar el plan de empleo y también el de financiación del circulante de las empresas. El martes se conocerán los detalles y su dotación. Las cifras manejadas en algunas comparecencias de la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, apuntan a que se moverá cerca de los 600 millones.

El Gobierno Vasco recuperará uno de los programas más exitosos puestos en marcha por la administración de la CAV. Fue una iniciativa lanzada a finales de 2008 por el Ejecutivo de Juan José Ibarretxe al constatar que la recesión empezaba a asfixiar de forma severa a las pymes. Los socialistas heredaron el plan y lo gestionaron durante 2009, viéndose obligados a ampliar en 50 millones sus recursos. Estuvo presente asimismo en los Presupuestos de 2010 y 2011, pero fue perdiendo fuerza gradualmente, entro otras cuestiones por el endurecimiento en las condiciones de acceso. El PNV criticó entonces la falta de interés de Patxi López en el fondo de circulante, que desapareció finalmente el año pasado. El lehendakari ha encargado ahora su reactivación. Las líneas básicas de actuación no diferirán mucho de las de 2009, adaptadas al momento actual y a la degradación a la que ha sometido la crisis a las pequeñas empresas y autónomos.

El Departamento con mayor bajada será Lehendakaritza. Como ya había explicado el propio Urkullu, los recortes se centrarán en cuestiones como la cooperación al desarrollo en otros país, capítulo que dispondrá de 18 millones de euros menos (-36%), pero se seguirán destinando más de 32 millones a ese tipo de actuaciones. El dinero del Fondo de Innovación dependiente de Lehendakaritza bajará a la mitad. También se reducirá las partidas de Innovación Estratégica y Competitividad, porque aunque la intención es incidir en las políticas de estímulo de la economía, el limitado techo de gasto, 9.316 millones frente a los 10.449 del año pasado, y la apuesta por el gasto social han obligado a retoques en casi todas las partidas.

Habrá menos recursos para todo y se frenará en la inversión en infraestructuras, se continuará con proyectos abiertos y se destinarán por ejemplo 350 millones a la Y ferroviaria vasca, lo mismo que en 2012, pero no se avanzará en nuevas actuaciones. Por ello se ha consignado un millón de euros de cara a pagar las indemnizaciones de la paralización del Metro de Donostialdea.