SE busca matrimonio de mediana edad para viajar a Marte. No se trata de un anuncio del día de los inocentes ni de una propuesta en el año 2060 para compartir nave espacial y gastos en un desplazamiento al planeta rojo. El empresario estadounidense Dennis Tito ha apostado por enviar un hombre y una mujer, preferiblemente casados, como tripulación de la misión que pretende enviar en 2018 a Marte. Además, ha indicado que prefiere personas de mediana edad, ya que podrían estar expuestos a altos niveles de radiación que afectarían a la capacidad reproductiva de una pareja fértil.

El que será el primer viaje privado al planeta rojo durará, ida y vuelta, 501 días y está previsto que cueste unos 1.000 millones de dólares, que se financiarán a través de donaciones y patrocinios. Mientras la NASA descarta en los próximos años un viaje tripulado a Marte, Tito ya ha puesto fecha para que los primeros turistas visiten el planeta vecino. La decisión de este ingeniero de lanzar la misión en 2018 es porque "una rara alineación planetaria" situará a Marte cerca de la Tierra, lo que le permitirá hacer el viaje en "un tiempo más corto".

"Si habitualmente se tardaría entre dos y tres años, en este caso va a ser posible que los astronautas puedan ir y volver en año y medio", ha explicado. Esta alineación no se volverá a producir hasta 2031 y, para entonces, según ha señalado el empresario, "ya habrá mucha competencia en lo que a viajes Marte se refiere".

nave "escueta" En cuanto a la nave, Tito ha explicado que será "escueta", con cerca de 17 metros cúbicos de espacio habitable y disponible para una tripulación de dos personas. El espacio reducido es por que el estadounidense prefiere que los viajeros sean un matrimonio. "Sería los más factible para un largo período de aislamiento de dos personas", ha apuntado.

La cápsula se puede equipar con un sistema de soporte de vida similar a la que utiliza la NASA en la Estación Espacial Internacional (ISS), que recicla el aire, el agua, la orina y el sudor. Sin embargo, Tito ya ha avisado de que "esta va a ser una misión muy austera". "No se van a seguir necesariamente todas las directrices de la NASA para la calidad del aire y la calidad del agua. Esto va a ser un viaje de Lewis y Clark a Marte", ha señalado el encargado del proyecto, Taber MacCallum, refiriéndose a los exploradores que llegaron al noroeste americano en 1803.

Los expertos han indicado que si se produce el lanzamiento el 5 de enero de 2018, la cápsula alcanzaría Marte 228 días más tarde, después realizaría un vuelo alrededor de la cara oculta del planeta y regresaría a la Tierra. El viaje de vuelta le llevaría 273 días y la nave alcanzará los 51.119 kilómetros por hora cuando choque contra la atmósfera terrestre.

En cuanto a la actividad de los futuros astronautas, Tito ha explicado que se pasarán gran parte de su tiempo en el mantenimiento de su hábitat, la realización de experimentos científicos y en mantener contacto con la gente en la Tierra.

Finalmente, MacCallum ha indicado que "no habrá peligros" en esta misión aunque ha explicado que, "una vez que la nave espacial está en camino, no hay vuelta atrás" y "si algo va mal, los tripulantes no van a volver". Como curiosidad, señalar que se ha previsto embarcar 1.360 kilos de alimentos deshidratados y 28 kilos de papel higiénico,

simulacro en marruecos No es la única noticia que ha saltado a la luz estos días en relación a un viaje a Marte. Un grupo de diez astronautas y técnicos, en su mayoría austríacos, ha simulado durante un mes un viaje y exploración en tiempo real al planeta rojo, un experimento que han realizado al pie de las dunas del desierto marroquí de Merzuga, en el sureste del país. Esta misión, que empezó a principios de febrero y terminó ayer, ha intentado imitar en la medida de lo posible lo que sería una exploración humana sobre la superficie de Marte.