Donostia. Inconformista por naturaleza, Iñigo Lamarca reconoce su firme voluntad de ir mejorando en el día a día y ser más efectivos a las demandas, las propuestas y las críticas que la ciudadanía pueda formular a la Institución para que su trabajo sea cada vez mejor.

El Ararteko ha pedido reiteradamente que se atienda mejor al derecho de los presos y que se cumpla la ley de acercamiento a cárceles vascas. ¿Por qué no le hacen caso?

Sobre cualquier tema que llega al Ararteko por diferentes vías, lo que hacemos es dar respuesta en términos de interpretar el ordenamiento jurídico de la manera más favorable posible a los derechos de las personas. Trabajamos activamente para que las condiciones y los derechos de las personas que cumplen pena en las cárceles de la CAV sean las que deben ser. Nos preocupan las personas que están en situación preventiva o penados en prisiones de fuera de la CAV, que en su inmensa mayoría están condenadas por delitos terroristas, mayoritariamente de ETA. Lo que decimos es que cualquier preso debería cumplir su pena en lugares próximos a sus entornos familiares o sociales. Además, decimos que las normas jurídicas aplicables a las personas que están en prisión deberían ser iguales para todas las personas, sin que existan normas específicas, que las hay, como consecuencia de la lucha antiterrorista.

Si los ciudadanos recurren mucho al Ararteko, ¿es señal de buena salud democrática? ¿y si recurren poco?

Creo que es bueno que en Euskadi y en cualquier sociedad se recurra de manera siempre razonable y justificada al ombudsman o al Ararteko. En Suecia, donde se creó la Institución, el número de quejas que recibe es elevado. Lo que cualquier Defensoría y el Ararteko tienen que hacer es que todos los ciudadanos y ciudadanas conozcan cuál es su función y las vías de acceso. Debemos ser una institución próxima y cálida que dé una respuesta lo más inmediata posible a la ciudadanía. En la medida que la ciudadanía está más formada e informada la tendencia es que el número de quejas aumente.

En Cataluña el tema de la lengua es recurrente ante su Defensor y en los tribunales ¿y entre nosotros?

Año tras año estamos diciendo que hay ámbitos de la administración donde los derechos lingüísticos de las personas vasco-parlantes no se están garantizando adecuadamente. Señalamos cuáles son: Justicia, Osakidetza, la Ertzaintza y la Administración periférica del Estado para gestiones de DNI, pasaportes. Si aquí hay dos lenguas oficiales - que las hay- tiene que ser con todas sus consecuencias. Por tanto, las administraciones, tienen que garantizar debidamente el trato en euskera y castellano con su ciudadanía. Se dan pasos, pero son lentos y tendría que ser una cuestión de máxima importancia y preocupación.

Suelo estar en los Alardes de Irun y Hondarribia: son una realidad enquistada. ¿Hay visos de solución o esto es irresoluble?

Ningún problema es irresoluble. El Ararteko siempre ha sostenido que las mujeres que así lo quieran puedan participar en igualdad de condiciones en los dos Alardes. Los tribunales también lo han dicho. Además, la Ley de Igualdad vasca, que es muy avanzada, deja claro que todos los poderes públicos, los ayuntamientos de Irun y Hondarribia, tienen el deber de apoyar los Alardes igualitarios, cosa que no hacen. Habría que conseguir que la compañía Jaizkibel en Hondarribia desfilara sin necesidad de protección de la Ertzaintza. La gente que viene de fuera se queda alucinada. Esto ofende a la razón, al sentido común y a los derechos humanos.

¿Cómo cree que ven a sus defensores autonómicos del pueblo los ciudadanos (necesarios, prescindibles, ineficaces, decorativos, parte del montaje político...)?

La Institución del Ararteko forma parte del Estatuto de Autonomía, Las democracias más avanzadas todas tienen una institución de este tipo. Creo que es bueno, e incluso necesario, que en Euskadi exista una institución que, además, cada vez está llevando a cabo más actuaciones y está siendo más eficaz en la resolución de problemas concretos y específicos de muchos ciudadanos. El año pasado conseguimos que en 720 casos la Administración variase su decisión o se comprometiera a modificar una actuación que nosotros la calificamos de irregular o inadecuada. Además de todo esto, procuramos ejercer una labor de promoción de los derechos humanos para que la calidad democrática de la sociedad vasca sea cada vez mayor. Por otro lado, el Ararteko debe mejorar o establecer buenos mecanismos de autoevaluación y evaluación por parte de la ciudadanía que debe ser exigente también con la Institución, para que el dinero público se gaste de la forma más eficaz y eficiente posible.

Algunos ciudadanos (y grupos mediáticos de presión/políticos y otros) piensan que son muchos defensores autonómicos para tan poco resultado? ¿Podría ser suficiente con uno?

España es un Estado descentralizado y las Comunidades Autónomas son parte de la estructura del Estado. Hay quien lo cuestiona y es legítimo, pero las cosas claras y las cartas boca arriba. La ciudadanía tiene que saber que no hay ninguna duplicidad. Hay una coordinación perfecta de la Defensoría de España y las autonómicas. La eficiencia de la Institución es máxima. Otra cosa es que por razones políticas se abogue por un Estado más centralizado y por eliminar las Defensorías autonómicas o en su caso la de los Parlamentos y Gobiernos autonómicos. Pediría que el debate fuera claro y en este caso es el del modelo de organización territorial: Si se quiere que España sea un Estado autonómico, que profundice en esa vía de la autonomía de las CC.AA. que está en la Constitución, o se quiere modificar la Carta Magna y volver a un Estado centralista.