Cambios políticos, una crisis económica que amenaza con colarse en el año que comienza y nuevas guerras es el balance de un 2012 más que complicado. Han sido doce duros meses para una Europa debilitada, donde la desigualdad, la incertidumbre permanente y la pérdida de confianza en la democracia se han mezclado con desahucios, desempleo, retroceso del estado de bienestar y la gran protagonista de estos tiempos: la austeridad. Una crisis económica que castiga a los países del sur de Europa, que asisten impotentes al exilio de su población más joven.
Grecia, uno de los países más golpeados por la actual coyuntura económica junto a Italia, España, Portugal e Irlanda, eligió en junio un gobierno conservador comprometido con los dictados de la troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Unión Europea). Seis meses después, el país heleno se hunde más en la recesión y sus habitantes se topan con la imposibilidad de encontrar trabajo -el desempleo ha pasado de estar en la media de la Unión Europea antes del rescate al 26% actual, más del doble, mientras aumenta de forma alarmante el empleo informal-.
En Italia, la situación no es mucho mejor. Después de que la crisis acabara con el Gobierno de Silvio Berlusconi y tras trece meses de Ejecutivo tecnócrata, Italia vive su enésima convulsión política con el anuncio del regreso de Il Cavaliere y la apuesta de Mario Monti de guiar una coalición de partidos de centro en las elecciones de febrero pero sin presentarse como candidato. Con la crisis económica, los cambios de Gobierno en Europa han sido frecuentes en los últimos años. Y el más destacado es quizá el que ha tenido lugar este año en Francia, donde el conservador Nicolas Sarkozy se vio obligado a abandonar el poder al ser derrotado en las urnas por el socialista François Hollande.
Este cambio afectó también al liderazgo europeo, dominado hasta entonces por el llamado Merkozy -Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, que coincidía en su apuesta por las política de austeridad para enderezar la situación económica-. Hollande, en cambio, llegó con un mensaje de la necesidad de combinar esa receta con crecimiento y con una propuesta estrella: un impuesto del 75% para aquellos franceses que ganasen más de un millón de euros al año. Al finalizar 2012, Hollande vive momentos difíciles con una estrepitosa caída de su popularidad (33%) y con el varapalo del Consejo Constitucional, que rechazó apenas el sábado su tasa a las grandes fortunas. Todo lo contrario de lo que le sucede a Merkel, quien encabeza las encuestas frente a los socialdemócratas alemanas de cara a las elecciones generales de 2013.
Pero en Europa también ha habido buenas noticias; la más destacada, el acuerdo alcanzado entre el ministro principal escocés, el nacionalista Alex Salmond, y el primer ministro británico, David Cameron, para convocar un referéndum en 2014. Los escoceses serán preguntados entonces si desean la independencia del Reino Unido o mantenerse bajo su soberanía.
Año electoral
Idas y regresos
Si algo ha tenido este año han sido cambios en el liderazgo mundial: Vladimir Putin ha vuelto a su trono del Kremlin; el histórico Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha hecho lo mismo en México de la mano de Enrique Peña Nieto; China ha renovado su cúpula de poder al ascender a la dirigencia del Partido Comunista a Xi Jinping, que en marzo sustituirá a Hu Jintao en la presidencia; sus vecinos Japón y Corea del Sur también han vivido procesos electorales, en el primero de los casos, Shinzo Abe regresó al poder y amenaza con dar marcha atrás al apagón nuclear planteado por su predecesor, mientras que la hija del dictador surcoreano, la conservadora Park Geun-Hye, se ha convertido en la primera mujer que dirigirá el país asiático; los senegaleses también pusieron fin en mayo a la presidencia de Abdulaye Wade tras 12 años en el poder; Egipto eligió a su primer presidente islamista, Mohamed Mursi; mientras que Barack Obama y Hugo Chávez consiguieron la reelección en EE.UU. y Venezuela, respectivamente.
Ambos deberán asumir sus nuevos mandatos en enero. Obama lo hará con el reto de gobernar con una Cámara de Representantes nuevamente liderada por los republicanos -una dificultad que está ya quedando en evidencia ante la imposibilidad de ambos partidos de alcanzar un acuerdo en materia fiscal-, elaborar una nueva legislación para la posesión de armas y aprobar la ansiada reforma migratoria, después de que los latinos fueran una pieza clave en su reelección el pasado 6 de noviembre. Mientras, la toma de posesión de Chávez el próximo 10 de enero está envuelta en la incertidumbre, la misma que planea sobre los venezolanos desde que el mandatario se sometiera hace unas semanas a su cuarta intervención en una dura lucha contra el cáncer.
Guerras
Nuevos y viejos conflictos
Los nuevos dirigentes internacionales, Putin, Obama, Xi, Hollande... tiene grandes retos en cuanto a diplomacia. El principal es el conflicto sirio, un rompecabezas que desangra cada día al país. El presidente Bashar al Asad se niega a abandonar el país, a pesar de las deserciones al interior de su régimen, mientras que la oposición armada, infiltrada por grupos terroristas, amenaza con llegar hasta las últimas consecuencias. La guerra, por lo tanto, puede prolongarse y llegar a los 100.000 en 2013, según el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi, si la comunidad internacional no presiona para que se llegue a un acuerdo. Al Asad cuenta con el apoyo de Irán, además de con el veto de Rusia y China a cualquier intervención; mientras que los países del Golfo, Turquía y Occidente piden insistentemente su renuncia.
Las primaveras árabes, que estallaron a comienzos de 2011 envueltas en millones de esperanzas de democracia y libertad, viven momentos difíciles. También Libia está sumida en el desgobierno y enfrenta el reto de desarmar a decenas de milicias que asumieron el control de la seguridad tras la caída de Muamar el Gadafi hace un año. En Egipto y Túnez, las transiciones a la democracia se están viendo sacudidas por el enfrentamiento entre los liberales y los islamistas, después de que estos últimos lograran hacerse con el poder en las primeras elecciones libres en décadas.