Vitoria, 19 dic (EFE).- La Diputación de Álava tendrá que prorrogar las cuentas de 2012 debido a que el proyecto presupuestario para el próximo ejercicio presentado por el gobierno de Javier de Andrés (PP) no ha concitado el apoyo de ningún partido de la oposición.

La votación en este pleno ha puesto en evidencia la situación de minoría en la que se encuentran los populares en la Diputación alavesa y podría tener consecuencias en la negociación presupuestaria en el Gobierno Vasco y la Diputación de Bizkaia, donde el PNV tampoco cuenta con mayoría suficiente para sacar adelante las cuentas.

En la votación de hoy, Bildu, con 11 junteros, el PSE, con 9, y EB, con 2, han votado a favor de sus enmiendas a la totalidad y, por tanto, de la retirada del proyecto de cuentas.

El PNV, que ha defendido la estabilidad presupuestaria en todas las instituciones, era el que podía haber salvado la situación, pero sus 12 representantes se han abstenido y han dejado solo al PP, que no puede por tanto continuar con la tramitación de las cuentas.

Durante el debate en el pleno y antes de la votación, el diputado de Hacienda, José Zurita, ha defendido el proyecto presupuestario y ha explicado que las cuentas no traspasan "la línea roja del gasto social", al tiempo que ha apelado una y otra vez a la responsabilidad de los partidos para dar a Álava unos presupuestos.

Sin embargo, todos los grupos han votado tal y como habían anunciado, lo que ha supuesto que sea la primera vez "en más de diez años" que se devuelve un presupuesto foral, como ha recordado la portavoz del PSE en las Juntas alavesas, Cristina González.

Los socialistas, que el pasado año sí votaron a favor de las cuentas, han justificado su posición en la "irresponsabilidad de un gobierno en minoría que se ha atrevido a presentar sin ninguna negociación un presupuesto de recorte absoluto".

El portavoz del PNV, Ramiro González, ha asegurado sin embargo que la responsabilidad de que se tengan que prorrogar los presupuestos es del PSE, ya que su partido ha trabajado para mejorar las cuentas, aunque al final la aceptación de varias de sus enmiendas "no ha sido suficiente" para votar a favor.

En su opinión, la única diferencia con el pasado ejercicio es que ahora ya no está en Ajuria Enea el socialista Patxi López, porque las cuentas presentadas este año son "básicamente las mismas que el año pasado pero aplicando un recorte adicional".

González ha tendido sin embargo la mano al diputado general para intentar que la prórroga se gestione de la "mejor manera posible" y evitar perjudicar al territorio, aunque siempre, "desde el diálogo, no desde la imposición".

La portavoz del grupo popular, Ana Morales, ha acusado al PSE de haberse sentado a la mesa de negociación "apostando por la prórroga" y con el objetivo de "desgastar" al gobierno foral, y ha censurado que los socialistas se hayan "echado en manos de Bildu" para rechazar el proyecto presupuestario.

También ha sido crítica con el posicionamiento del PNV alavés, al que ha acusado de faltar a su "compromiso" de dar estabilidad a las instituciones vascas en el actual contexto de crisis, tal y como pidió el lehendakari, Iñigo Urkullu.

"Creo que teníamos un buen acuerdo", ha lamentado Morales, quien ha pedido "reflexión" al PNV y ha reiterado que el proyecto de presupuestos presentado era "el mejor posible".

El portavoz de Bildu, Gorka Ortiz de Guinea, ha asegurado por su parte que el proyecto del Gobierno foral es "un castigo para Álava" porque no presenta ninguna medida para "activar" el empleo y dar solución a los problemas de los alaveses.

En su opinión, las cuentas se "limitan a un corta y pega del presupuesto anterior pero con más corta que pega" por lo que la única decisión que se puede adoptar, según Ortiz de Guinea, es pedir su devolución.

La portavoz de EB en las Juntas, Nerea Gálvez, ha justificado la petición de retirada del proyecto al considerar que, "contra todo pronóstico", las cuentas presentadas han "logrado ser peores" que las del año anterior y por ello su formación no ha querido "apoyar este fisco".

De Andrés, que hoy no ha hecho declaraciones a los medios al término del pleno, se mostró ayer "decepcionado" con el PNV y opinó que la abstención de los nacionalistas, tras haber sido aceptadas "todas sus enmiendas" obedecía a "una decisión política tomada en Sabin Etxea".

Ahora está por ver si la situación creada en Álava tendrá consecuencias en la negociación de los presupuestos de otras instituciones como el Gobierno Vasco y la Diputación de Bizkaia, donde el PNV debe recabar apoyos para sacar las cuentas adelante. EFE