Bilbao. Una vez celebradas las elecciones de octubre, el PNV se decantó por dejar a los burukides del EBB fuera de la lista de posibles consejeros del nuevo gobierno de Iñigo Urkullu. Los jeltzales y su candidato a lehendakari entendían que, cuando solo han pasado unos meses desde la asamblea de enero que se saldó con la renovación de la Ejecutiva, podría resultar excesivo desmembrar el Euzkadi Buru Batzar para que parte de sus miembros recalaran en el Gobierno. "Bastante cambio supondrá la marcha de Iñigo Urkullu de la presidencia del EBB", zanjaban desde Sabin Etxea. Al margen de esa condición, consensuada entre el PNV y Urkullu, se convino en dejar manos libres al jeltzale para que diseñara su propio gabinete. Y en su esbozo han pesado dos consideraciones. Por una parte, que la crisis exigiría contar con consejeros formados y con capacidad de gestión. Por otra, que los integrantes de un gobierno en minoría deberían tener el peso político, los reflejos en el debate parlamentario y las habilidades comunicativas suficientes para hacer frente a una legislatura complicada y a una oposición que no regalará su apoyo.
Veinticuatro horas antes de jurar su cargo bajo el Árbol de Gernika, Iñigo Urkullu dio a conocer ayer al EBB la composición de su Ejecutivo, guiado por esos dos principios. Será el Gobierno más reducido hasta la fecha, con ocho consejerías -dos menos que el equipo de Patxi López-, sin Vicelehendakaritza, y con fusiones entre áreas; y tendrá igual número de mujeres que de hombres, así como integrantes de distintos territorios. Fuentes jeltzales explican a DEIA que la figura del vicelehendakari se hace necesaria, sobre todo, en los gobiernos de coalición, donde su presencia ayuda a coordinar el gabinete. En un Gobierno como el de Urkullu, compuesto por un solo partido y de reducidas dimensiones, no aportaría nada.
Las grandes novedades El jeltzale cerró el esquema hace quince días, y en ese organigrama destaca como hombre fuerte el portavoz del PNV en el Congreso Josu Erkoreka, quien pasará a asumir la portavocía del Gobierno y a encargarse del departamento de Administración Pública y Justicia, que heredará de Idoia Mendia. Erkoreka encarnaría ese doble perfil gestor y político. Fuentes jeltzales lo retratan como un hábil comunicador que ha sabido bregarse en Madrid, donde habría mostrado su capacidad para llegar a acuerdos -por ejemplo, al cerrar un pacto presupuestario con el Gobierno español de Zapatero, que se tradujo en más competencias para la CAV-, y donde habría desplegado sus dotes oratorias. "Además de conocer su área de trabajo -es licenciado en Derecho y ejerció de letrado de la Viceconsejería de Régimen Jurídico del Gobierno vasco en 1991-, conoce la vida parlamentaria", explican.
Otra de las novedades más sustanciales puede encontrarse en la Consejería de Interior, a la que el PNV pretende dar un nuevo enfoque. Tras el cese de ETA, los jeltzales se proponen redirigir los efectivos de la Ertzaintza ocupados en esas labores hacia la seguridad ciudadana, reforzando su presencia en las calles y propiciando una mayor cercanía de la Policía vasca hacia el ciudadano. Para ello, Urkullu no solo cambiará la denominación del área -pasará a ser la Consejería de Seguridad-, sino que colocará al frente a Estefanía Beltrán de Heredia, uno de los nombres que más sorprendieron ayer.
A pesar de haber ligado su trayectoria política al ámbito agrario -fue diputada foral de Agricultura en Araba-, Urkullu ve en ella a una política que podría resultar adecuada para promover la cercanía con la sociedad y para orquestar el cambio de orientación del departamento en el nuevo tiempo. La antigua Consejería de Interior será dirigida por primera vez por una mujer, si no se tiene en cuenta el breve periodo en el que Idoia Mendia lideró la Ertzain-tza tras la marcha de un Rodolfo Ares que dejó su puesto para coordinar la campaña del PSE.
Las consejerías En cuanto a las restantes seis consejerías, la diputada del Congreso Arantxa Tapia se encargará del área de Desarrollo Económico y Competitividad -una cartera de peso creada por Urkullu que abarcará la política industrial, el turismo, la agricultura, la pesca y la innovación-; el portavoz de la Diputación de Bizkaia Juan María Aburto recalará en Empleo y Políticas Sociales -englobará Vivienda-; el parlamentario Ricardo Gatzagaetxebarria trabajará desde Hacienda y Finanzas; la vicerrectora del Campus de Gipuzkoa Cristina Uriarte, independiente, comandará Educación, Política Lingüística y Cultura -Urkullu ha incluido la referencia a la lengua en el nombre para otorgar mayor trascendencia a la materia, y de esa Consejería dependerá EITB-; el director general de la clínica IMQ Zorrotzaurre Jon Darpón llevará el Departamento de Salud -Urkullu ha sustituido la alusión a la sanidad a petición del futuro consejero-; y la parlamentaria Ana Oregi, que se presentó como independiente en las listas del PNV, llevará las riendas de Medio Ambiente y Política Territorial, que también cubrirá el área de Transportes.
Nacidos entre 1959 y 1965, todos los consejeros, salvo Uriarte y Darpón -en los que el PNV ve un perfil eminentemente técnico-, combinan esa dualidad gestora y política que perseguía Urkullu. Además, cinco de ellos han participado en anteriores gobiernos o trabajado en sus servicios jurídicos; son licenciados en Derecho, Medicina, Ingeniería Industrial, Ciencias Químicas, o Arquitectura; y todos ellos, salvo Cristina Uriarte y Jon Darpón, conocen de cerca la vida institucional tras su por gobiernos, parlamentos o diputaciones. Algunos de ellos ocupan aún sus escaños, lo que obligará a correr las listas para buscarles sustituto. En el caso de Aburto, la Diputación deberá cubrir su puesto de portavoz foral. Los consejeros tomarán posesión de su cargo el lunes en un acto que se celebrará en Ajuria Enea bajo la presidencia de Urkullu.
En cuanto a los viceconsejeros, desde Sabin Etxea recalcan que serán los propios consejeros quienes vayan despejando esa incógnita a medida que diseñen las subáreas de sus departamentos. Tampoco pueden aclarar aún si la figura del comisionado por la paz y la convivencia, creada por López y encarnada por Jesús Loza, tendrá continuidad; o si el nacimiento del Instituto de la Memoria y la marcha de Maixabel Lasa bajarán la persiana de la Oficina de Víctimas.
LAS SECRETARÍAS En cuanto a las secretarías de Lehendakaritza, la exdirectora de Internacionalización durante la época de Josu Jon Imaz al frente de Industria, Marian Elorza, pasará a ocupar la de Acción Exterior. Como ya avanzó este medio, Txus Peña recalará en la de Presidencia, cargo que ocupó durante varias legislaturas con Ardanza e Ibarretxe. El número definitivo de secretarías podría ser superior a dos.