vitoria. "No nos entendemos con la sociedad, tenemos un autismo grave". Dura autocrítica la que ayer protagonizaron un grupo de militantes, cargos y excargos públicos del PSE-EE alavés, con motivo de la presentación del documento Valores para la regeneración del socialismo alavés. Un acto que supone la presentación pública de esta alternativa, crítica con la actual dirección del partido en el territorio, y del trabajo que lleva realizando desde hace más de un año, cuya concreción en distintos textos sectoriales -sobre fiscalidad, medio ambiente o modelo de partido, entre otras cuestiones- irá viendo la luz en próximas fechas.

Apenas 24 horas después de que el secretario general del PSE-EE, el todavía lehendakari en funciones Patxi López, lanzara el proceso congresual del socialismo vasco -cita prevista para el 9-10 de febrero-, este grupo oficializó ayer por la tarde en Gasteiz su voluntad de comparecer en el congreso provincial que habrá de celebrarse a finales de febrero o comienzos marzo.

Los socialistas alaveses avanzan ya, salvo sorpresa de última hora, hacia un congreso en el que pugnarán dos listas por el liderazgo del partido, aun cuando solo esta corriente alternativa ha confirmado públicamente su intención de presentarse. "Los nombres no son nuestra prioridad principal, lo importante es el modelo", decía ayer Juan Carlos Alonso, aunque la actual situación contrasta vivamente con las abrumadoras mayorías que consolidaron los -hasta ahora- dos mandatos de Prieto al frente del PSE-EE alavés: el 92% de los votos en 2005 y el 97,5%, en 2009.

Alonso aterrizó ayer en la pista que tendió el 31 de octubre Patxi López ante el Comité Nacional del partido y, apelando a esa reflexión sobre "el partido viejo" que hizo López -e, implícitamente, al tirón de orejas que dio a unos y otros por la escenificación pública de sus discrepancias-, el edil gasteiztarra apuntó que es precisamente el congreso "la ocasión perfecta para modernizarlo".

reivindicación de la crítica Esta presentación supone un nuevo capítulo en una ya larga relación de desencuentros entre dirección y críticos, que comenzó a vertebrarse tras las sucesivos fracasos de municipales y generales de 2011 y que llegó a su punto álgido con lo que este sector consideró una "purga" sufrida en la confección de las listas electorales para el Parlamento Vasco y la denuncia realizada a finales de octubre por parte de Juan Carlos Alonso sobre el supuesto intento de Txarli Prieto de expedientar a algunos de estos militantes por las reuniones que estaban celebrando.

Ayer no hubo referencia expresa a ninguno de los episodios que jalonan las tensas relaciones del último año, pero aludieron a ello de forma implícita: "El disenso no es ruptura ni deslealtad -declaran en el documento-. Apostamos por un desarrollo del proceso congresual en Álava en plena libertad (...) con contraste de ideas y de personas. Hace falta un liderazgo que cuente con autoridad política e ideológica, de hondo calado ético". Marta Buesa, hija del que fuera secretario general del PSE alavés hasta su asesinato a manos de ETA en 2000, Fernando Buesa, ahondaba ayer en esta línea: "Para mí el Partido Socialista es la casa común de los progresistas y observo con preocupación como se estrecha su base social. En el Partido Socialista que yo creo no sobra ninguna opinión".

Valores para la regeneración del socialismo alavés es el título del manifiesto con el que este grupo de militantes y cuadros del partido apareció ayer ante la prensa, en un acto celebrado en el Palacio Europa en el que tomaron parte los rostros más conocidos de este sector, como el edil gasteiztarra Juan Carlos Alonso, la parlamentaria Natalia Rojo o los exparlamentarios Óscar Rodríguez, Joana Madrigal y Esozi Leturiondo. Pero en este grupo aparecen otros nombres destacados como la expresidenta de las Juntas alavesas María Teresa Rodríguez de Barahona, el ex diputado y exparlamentario Julio Herrero, la senadora Yolanda Vicente o la concejala gasteiztarra Marian Gutiérrez.

El documento desarrolla las propuestas en torno a regeneración interna del partido que este grupo ya llevó al Congreso Extraordinario previo al Congreso Federal de Sevilla del pasado febrero, en el que fue designado secretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba. Con el punto de partida de que el PSE en Álava atraviesa su particular crisis sobre "los valores que han de constituir la guía de nuestro proyecto", el texto reivindica el papel de la militancia y de los simpatizantes y la "honestidad y austeridad" como exigencia para sus dirigentes y cargos, así como la transparencia.

Sobre esta base, pone en valor "el debate crítico" como seña de identidad -"una democracia de consenso permanente no será una democracia durante mucho tiempo y, por extensión, tampoco será democrático un partido que eleve el consenso a la categoría de dogma"-, defiende los canales activos de participación en la toma de decisiones y aboga por el sistema de primarias y listas abiertas para la designación tanto de candidatos electorales como de cargos internos.