Washington. En su primera comparecencia en la Casa Blanca desde que logró la reelección, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, invitó ayer a los líderes republicanos y demócratas en el Congreso a iniciar la semana próxima negociaciones para un acuerdo que lleve a la reducción del déficit público que evite el temido abismo fiscal. El mandatario invitó al congresista John Boehner y al senador Harry Reid en la residencia presidencial para "construir un consenso" y enfatizó que la prioridad debe ser "el empleo y el crecimiento".
Obama también afirmó que está "abierto a nuevas ideas" para llegar a un acuerdo sobre la deuda, pero reiteró que su plan contempla combinar recortes en el gasto con subidas de impuestos a los más ricos, algo a lo que se oponen los republicanos. "Tenemos que combinar recortes de gastos con ingresos y eso significa pedir a los estadounidenses más ricos que paguen un poco más en impuestos", subrayó Obama durante su comparecencia en la Sala Este de la Casa Blanca, en la que estuvo acompañado de su vicepresidente, Joe Biden, y no admitió preguntas.
El mandatario recién reelegido se declaró "abierto al compromiso", pero también hizo hincapié en que no aceptará ningún plan de reducción del déficit que no sea "equilibrado". "No estoy casado con cada detalle de mi plan", sostuvo antes de afirmar que las elecciones del pasado martes, en las que ganó al republicano Mitt Romney, pusieron de manifiesto que "la mayoría de los estadounidenses" está de acuerdo con sus planteamientos.
"Los estadounidenses quieren cooperación, consenso y sentido común. Pero sobre todo quieren acción", indicó Obama. "Vamos a extender los recortes de impuestos a la clase media ahora mismo", pidió el presidente al Congreso. En esta primera comparecencia, el mandatario dejó claro que su prioridad ahora es evitar el temido "precipicio fiscal" en el que entraría Estados Unidos si republicanos y demócratas no acuerdan en el Congreso medidas para reducir el déficit a largo plazo antes de que acabe el año.
Entendimiento Los republicanos controlan la Cámara de Representantes, mientras que los demócratas son mayoría en el Senado, lo que obliga a un entendimiento entre los dos partidos para sacar adelante las leyes. Momentos antes, Broehner, líder republicano en la Cámara baja, líder de los republicanos en la cámara baja, John Boehner, instó a Obama a liderar las negociaciones para llegar a un acuerdo. "Es una oportunidad para que el presidente lidere", manifestó en una conferencia de prensa Boehner, quien agregó que es momento de que Obama "se involucre con el Congreso y trabaje hacia una solución que pueda ser aprobada por ambas cámaras". El presidente de la Cámara de Representantes se mostró de nuevo abierto a dialogar sobre la reducción del abultado déficit público, pero reiteró también que su partido se opone a cualquier propuesta que incluya aumentos impositivos.
"Aumentar las tasas impositivas reducirá nuestra capacidad de crear los empleos que todo el mundo está pidiendo", advirtió Boehner. Insistió, además, en que el elevado déficit está siendo un lastre para la economía y subrayó: "No podemos seguir gastando dinero que no tenemos". "Está claro que como partido político tenemos trabajo que hacer", afirmó Boehner en referencia a su disposición a dialogar con los demócratas en el Congreso tras la reelección de Obama. En ausencia de un acuerdo biapartidista, en enero entrarían en vigor recortes automáticos en el presupuesto y eso coincidiría con el fin de las exenciones impositivas del Gobierno de George W. Bush, algo que los expertos consideran que sería fatal para la primera economía mundial.