MADRID. La encuesta se basa en 2.472 entrevistas realizadas en 236 municipios de 47 provincias entre los días 3 y 11 de septiembre, en vísperas de las manifestación soberanista de la Diada de Cataluña y cuando estaba convocada la manifestación del 25 de septiembre para rodear el Congreso y pedir la disolución de las Cortes.
El desempleo vuelve a ser mencionado como primer problema de España, a figurar en el 79,3 por ciento de las respuestas de los encuestados, un punto más que lo marcado en el sondeo anterior, del mes de julio, pero por debajo de las cifras del 83 y el 84 por ciento que registraba a principios de año.
Algo similar ocurre con los problemas de índole económica, mencionados en septiembre en el 49,4 por ciento de las respuestas, tres puntos más que antes de verano, pero por debajo de los registros de principios de año, que rondaban el 53 por ciento.
SIETE PUNTOS MÁS EN DOS AÑOS
Ahora bien, la concepción de la clase política como un problema sigue una línea ascendente que en septiembre rompió techo, marcando un 26,9 por ciento, un punto más que en julio y nueve puntos por encima del dato de enero. Un año antes, la clase política era mencionada como un problema en el 24 por ciento de las entrevistas y en 2010 estaba en torno al 20 por ciento.
La visión de la clase política se complementa con otras cuestiones como la corrupción y el fraude, con un porcentaje de respuestas del 8,5 por ciento, y el Gobierno y los partidos políticos, que en septiembre marcó un 3,2 por ciento.
A partir de ahí, aparecen en la lista otros problemas que han surgido en los últimos meses a raíz de los recortes sociales, como la sanidad (9,1 por ciento) o la educación (6,6 por ciento). Los bancos, que antes del verano, coincidiendo con los rumores del rescate financiero, habían sido citados como un problema en el 8 por ciento de los cuestionarios, en septiembre al 5,4 por ciento.
Preguntados por el problema que más afecta personalmente a los encuestados, el paro repite en primer lugar (46,4 por ciento) seguido de la situación económica (41,9 por ciento), la sanidad (8,8 por ciento), la clase política (8,5 por ciento) y la educación (7,2 por ciento).
MÁS PESIMISMO
Por otro lado, el diagnóstico de la situación política y económica sigue siendo negativos, y además aumenta el pesimismo ante el futuro.
Así, un 88,9 por ciento sostiene que la situación económica de España es "mala" o "muy mala" y un 67,4 por ciento cree que es peor que hace un año, lo que se agrava con el hecho de que un 46,3 por ciento augura que dentro de un año empeorará todavía más, frente a un 31 por ciento que opina que estará igual y un 12,3 por ciento que piensa que mejorará.
En cuanto a la situación política, aumenta el porcentaje de quienes la juzgan como "mala" o "muy mala", llegando hasta el 73,2 por ciento, y dominan los que consideran que está igual que hace un año (46,4 por ciento frente a un 41,4 que piensa que está peor), y los que opinan que se mantendrá estable dentro de doce meses (41 por ciento por 35,3 por ciento que augura que se agravará).